La afición amarilla está demostrando su apoyo esta temporada                                                 Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Sesenta euros tienen la culpa. Es la cantidad que tendrá que pagar el CF La Solana por la imprudencia de algún “listo”. El Comité de Competición ha decidido sancionar al club como consecuencia de algún episodio extradeportivo en el partido del domingo pasado en La Moheda contra el Isso. Basándose en el artículo 150.1, el comité ha decidido sancionar al CF La Solana “por incidentes leves del público al finalizar el partido, cuando seguidores del equipo local saltaron al terreno de juego, haciéndose con el botellín de agua del portero visitante”. Resulta que el cancerbero avisó al árbitro de tal circunstancia y éste lo reflejó en acta. Consecuencia: multa al canto.

         La directiva amarilla no ha ocultado su disgusto por el suceso, y no sólo por la cuantía económica, sin duda asumible, sino por la imagen que se ofrece y la mácula que supone estar “fichado” para lo que resta de temporada. La excelencia de la afición solanera durante esta temporada la ha convertido, de largo, en la mejor de la categoría, y de muchas categorías. Lo hemos dicho hasta la saciedad, por que es la verdad. Pero conviene templar los nervios y evitar conatos de esta naturaleza. Su perjuicio es enorme desde todos los puntos de vista.

         Como quiera que al autor material de esta “gracia” no se le ocurrirá pagar los platos rotos, ni tampoco va a asumir la bofetada que produce a la imagen del club, sólo queda aprender la lección. Se puede apretar al árbitro desde la grada y presionarle al tiempo que se anima al equipo. De hecho, la afición fue pieza clave para remontar este partido. Pero siempre desde el jaleo verbal, y nada más. Traspasar esa línea roja sólo trae consecuencias desagradables. No cometamos el error de pensar que 60 euros no es nada. Es mejor advertir a tiempo para prevenir después. En realidad, es una lástima que algún descontrolado pueda poner en jaque el trabajo honrado y esforzado de un club, y la reputación intachable de una de las mejores aficiones de La Mancha.