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Copia de Jornadas Santiago Juan Serna-1

El sacerdote Juan Serna durante charla                                                                     Foto: GACETA

 

         Aurelio Maroto

         Las II Jornadas Santiaguistas arrancaron con una charla del joven sacerdote Juan Serna, que volvía así a La Solana, un pueblo que conoce bien de su etapa como diácono. Llegó para impartir la primera de las tres charlas previstas, en este caso dedicada a la epístola del Apóstol en el Nuevo Testamento, una única carta, sencilla y corta, pero con mucho calado, según explicó. El aula San Juan de Ávila de la Casa de la Iglesia se llenó para escuchar la conferencia, presentada por el secretario de la Hermandad de Santiago, Paulino Sánchez, y por el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey.

         Antes, el ponente atendió a la prensa local para resumir el contenido de su charla. La epístola de Santiago está escrita a cristianos que atraviesan un periodo de dificultad y les pide que continúen fieles sin renunciar a lo esencial: la fe y la caridad hacia los demás –explicó-. Según dijo, es una carta con mensajes siempre actuales, como lo es la palabra de Dios “un mensaje eterno y válido para cada persona, del que puede extraer recados particulares”. El texto recuerda que una fe sin obras está muerta, y Juan Serna insistió en que “las obras demuestran la fe y la calidad humana de las personas”.

         El sacerdote natural de Pedro Muñoz recuerda con mucho cariño su paso por La Solana, tanto en sus tiempos de diaconado como en otras visitas que ha realizado por diferentes motivos a la localidad. Valoró mucho esta iniciativa de organizar unas jornadas dedicadas a Santiago Apóstol por que considera que es “una ocasión estupenda para hacer comunidad, por que eso es en definitiva la iglesia” –concluyó-.

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