La Presidenta de Adima, Juani Jurado
Aurelio Maroto
La Asociación ADIMA ha vuelto por La Solana con ocasión del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el próximo 14 de noviembre. Desde hace diez años recorre varias poblaciones de la comarca con un anhelo de información y un mensaje de esperanza, para los diabéticos que ya sufren la enfermedad y para aquellos que pueden sufrirla. Una vez más, la prevención es la clave.
La lluvia ha impedido este año instalar el puesto informativo en el mercadillo de los miércoles, donde se hacían pruebas de glucosa voluntarias y gratuitas, aunque se ha pospuesto para dentro de unos días. Pero sí se celebró la habitual charla vespertina en el auditorio Don Diego.
En declaraciones previas a la prensa local, la presidenta de ADIMA, Juani Jurado, explicó que desean ayudar a estacionar la enfermedad, con el ahorro sanitario que ello supone y que los afectados no padezcan otras enfermedades cuando se diagnostica con prontitud. Ella lleva más de 20 años siendo diabética y deja claro que “la vida se puede vivir a tope”. Por eso, pide a los nuevos diagnosticados que no se vengan abajo “yo hago vida normal”, aunque sí insiste en “hacer caso al médico siempre”. Al fin y al cabo, la diabetes es indolora y a veces nos relajamos. Es un error frecuente.
A pesar de las dificultades económicas del momento, y teniendo en cuenta que ADIMA depende de las subvenciones y las cuotas de sus asociados, Juani Jurado apuesta por mantener la actividad para seguir fomentando la detección precoz y la información sobre una enfermedad que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo.