El coordinador del Proyecto Comenius, Blas Villalta junto al alumno Daniel Maroto                        Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Tres alumnos y dos profesores del Instituto de Enseñanza Secundaria “Clara Campoamor” han viajado a Alemania para compartir experiencias con chicos de otros países, dentro del proyecto europeo Comenius. Durante una semana, y con la única herramienta de la lengua inglesa, la expedición solanera ha desarrollado diversas actividades culturales y sociales con el denominador común del vino.

Es la segunda vez que el centro se embarca en la aventura del proyecto europeo Comenius, que trata de hermanar a los países de Europa y está pensado para la formación de alumnos y profesores. Así lo ha reconocido el profesor y a la vez coordinador de este proyecto en el IES “Clara Campoamor”, Blas Villalta, destacando las buenas perspectivas y el deseo de implicar a toda la comunidad educativa en particular y a todo el municipio en general.

Los elegidos para este primer viaje han sido tres alumnos con excepcionales conocimientos de inglés, premiándose así su buen comportamiento académico. A lo largo de una semana, han podido conocer a alumnos de nueve países europeos como Alemania, Croacia, Grecia, Italia, Portugal, Lituania ó Polonia entre otros. El cuartel base estuvo ubicado en la localidad de Andernach, cerca de Colonia, si bien han podido visitar otras ciudades destacadas del país teutón como Bonn ó Dusseldorf, conociendo sus costumbres y monumentos más emblemáticos.

Durante su estancia, conviviendo con familias alemanas, han podido desarrollar el tema que comparten todos los países implicados en este proyecto y que tiene como denominador común la cultura del vino. Los alumnos solaneros expusieron un trabajo audiovisual que habían realizado con la colaboración de sus compañeros de clase, en el que detallaban todos los aspectos más significativos sobre la cultura del vino en España, en la región y finalmente en nuestro propio municipio. Los chavales aprendieron cómo se puede entender el mundo del vino en los diferentes países europeos, aprendiendo las múltiples connotaciones en función de cada Estado.

La experiencia ha sido muy enriquecedora, ha reconocido el alumno Daniel Maroto que tuvo la suerte de participar en este primer viaje, señalando que se han desenvuelto muy bien con el inglés y destacando la buena acogida recibida. Durante su estancia en Alemania, han tenido un buen ambiente de convivencia con todos los chavales, aunque reconoce que los portugueses ó italianos son más parecidos a nosotros. También la cocina española dejó huella, recordando que un día elaboraron una tortilla “que no llegó viva a la mesa”. Maroto es consciente de que ha sido la envidia de la clase, animando a sus compañeros a que se impliquen en el proyecto para poder acudir a otros próximos desplazamientos.

Durante el curso, están previstos otros viajes Italia, Turquía y Croacia, mientras que en el mes de febrero, La Solana acogerá a los alumnos de todos los países participantes. El coordinador del proyecto desea abrir la participación a toda la comunidad educativa, confiando también en la implicación de todos los sectores de la localidad, aunque principalmente el vitivinícola.

El profesor tiene claro que a través de Comenius, todos salen reforzados con el intercambio de experiencias. Villalta destacó especialmente el hecho de poder conocer otros sistemas educativos europeos.