La Virgen entra en la ermita santeña                                                            Foto: GACETA

Multitudinario ha sido el recibimiento realizado a la imagen de la Virgen de Peñarroya a su llegada al barrio de San Sebastián, en cuya iglesia ha permanecido a lo largo de un día, siendo traspasada a la directiva de la Hermandad del barrio del esparto por la de la cofradía de Jesús Rescatado.

Precisamente el traspaso tuvo lugar en un lugar emblemático para el barrio que la recibía, junto al balconcillo de la Virgen del Carmen, que los del barrio del Santo consideran como el inicio del mismo. Allí se levantó un altar, en el que se colocó la imagen, recibiendo unos presentes de ese barrio como el esparto y pan, además de una poesía de bienvenida que leyó Peñarroya Simón.

Seguidamente comenzó el desfile por la calle Ancha y Ayuntamiento Viejo, encabezando el desfile el estandarte de viaje, seguido de la banda de la Agrupación Musical de San Sebastián, que precedía a las directivas de las tres cofradías y un numeroso grupo de devotos detrás del cochecillo de la Virgen.

Infinidad de personas se habían concentrado en la puerta de la ermita, en la que la Agrupación Musical de San Sebastián interpretó el Himno de la Virgen de Peñarroya, en un marco que había sido decorado especialmente por la Hermandad, colocando en la verja de entrada la decoración de esparto, como el que a lo largo de infinidad de años por los artesanos del barrio.

Una vez dentro del templo comenzó el rezo del rosario, seguido de la celebración de la misa, presidida por el párroco de Santa Catalina, con el que concelebraron los sacerdotes Candelo López y Antonio Campillo, corriendo la parte musical a cargo del coro de la Iglesia de Santa María.

El presidente de la Hermandad de San Sebastián, Manuel Delgado, reconocía que el recibimiento se había desbordado la asistencia de personas en torno a la patrona, señalando que por parte de la Junta Directiva habían trabajado por tener todo a punto para el recibimiento, cuando la cofradía de la Virgen de Peñarroya les comunicó la visita de la Patrona.

Una vez finalizada la misa comenzó el recital a cargo del coro de la Parroquia de Santa Catalina, que ofreció un total de siete temas. Según declaraba una de las componentes del mismo, Jose Simón, los temas que habían elegido para este año eran las que habitualmente le dedican a la Virgen en la liturgia, dos de ellas una plegaria y unas joticas, pero todas con un mensaje para la Virgen y para el barrio.

Al día siguiente la imagen era trasladada de nuevo a la parroquia de Santa Catalina, para continuar con los actos y cultos de la Semana de Exaltación, permaneciendo ya en ese templo el resto de días de la semana y, posteriormente del novenario.