Santiago García-Cervigón                                       Foto: GACETA

            Paulino Sánchez

La OMIC de La Solana ha realizado una serie de recomendaciones relacionadas con la denominada Ley Concursal, que no consigue resolver los problemas financieros de  las familias, según el director de la oficina, Santiago García-Cervigón, quien recuerda que existe una carrera contra reloj en muchas familias para poder llegar a fin de mes, por lo que ha sido necesario contar con hipotecas y préstamos.

Desde el comienzo de la crisis económica, en 2007, han sido cada vez menos las familias que han utilizado este sistema, siendo más las empresas que la usan, ya que es un sistema muy costoso y complejo. El responsable de la OMIC recuerda que “si una persona sólo tiene una hipoteca, no puede acogerse a concurso”. Cuando el juzgado admite el concurso, se paralizan los pagos de los préstamos personales, así como  las tarjetas de crédito, préstamos al consumo, etc, pero no de préstamo hipotecario. A partir de ese momento, cuando no hay acuerdo, una salida es la liquidación de todos los bienes, incluida la vivienda.

Se trata de una vía muy cara, por lo que el Consejo de Consumidores y Usuarios insiste en que la Ley Concursal no es la adecuada para estas situaciones de endeudamiento familiar por el alto costo que tiene en asistencia legal.