Manzano, con cinta en la cabeza, en un "clásico" contra el Manzanares           Foto: Sebas Candelas

  Aurelio Maroto

     Será momento para reencuentros, nostalgias y recordatorio de viejas "batallas". Los veteranos del CF La Solana y el Manzanares CF volverán a verse las caras en un campo de fútbol, aunque pintando más canas, quien tenga la suerte de tenerlas todavía, alguna curva de la felicidad prominente y, sobre todo, un tono físico muy alejado de aquel que se dejaba la piel, literalmente, en la arena de La Moheda y el José Camacho. La cita es el martes, uno de noviembre, con ocasión del partido homenaje que la directiva amarilla ha querido brindar a Antonio Manzano "Capelo", recientemente desaparecido a la temprana edad de 60 años.

       El partido comenzará a las 12 del mediodía y volverá a enfrentar a los eternos rivales. La Solana y Manzanares han mantenido desde siempre un antagonismo deportivo propio de dos poblaciones que se distancian en apenas 11 kilómetros y que han coincidido a menudo en la misma categoría. Los coetáneos de Manzano vivieron aquellos tiempos donde el fútbol se vivía con enorme intensidad en las respectivas aficiones. Muchos de esos jugadores vistieron ambas camisetas. De aquellos tiempos recordamos cómo los solaneros Joaquín, Sancho III, Justo, Padilla, Roso... y más recientemente los Sancho IV, Carmelo, Manolo, Michel...  han defendido la camiseta blanquiazul del Manzanares. Por su parte, los manzanareños Alcolea, Pacheco, José Antonio Sevilla... y más cercano en el tiempo los Fefe, Bule, Toni, Ángel González... hicieron lo propio con la elástica amarilla. El actual presidente del Manzanares, Pepe Jiménez, y más tarde Julián Alcolea, entrenaron en La Moheda, mientras que Roso también se ha sentado en el banquillo local del José Camacho.

     De todo esto ha sido testigo la prensa de cada lugar. No olvidamos al malogrado Pepe Ruiz Peinado, manzanareño de pro, ni a Fernández de Simón, ni al incombustible Juan Díaz-Benito, santo y seña de la información deportiva en Maznanares. En el "bando" de enfrente, Paulino Sánchez y este modesto cronista que firma, también han reflejado para la historia, negro sobre blanco, décadas de una rivalidad jalonada por momentos de tensión, para qué negarlo, pero siempre con la grandeza de un apretón de manos final y una amistad que el tiempo se encarga de demostrar.

     El próximo martes volverá a reunirse mucha de esta tropa que ha escrito con letras de oro la historia del fútbol en ambas localidades. Lo harán a cuenta de Manzano, el mítico delantero centro amarillo que, curiosamente, siempre vistió la misma camiseta y defendió el mismo escudo, y no por falta de ofertas. Seguro que porteros como Márquez o Diego recuerdan el peligro que la cabeza y la zurda de Manzano significaban para su meta.