Milagros Martín, con Ricardo Muñiz y Antonio Torres en los extremos, durante La leyenda del beso. Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

   El teatro “Tomás Barrera” albergó en sesión doble La leyenda del beso, claro exponente de la denominada “zarzuela grande”. Musiarte Producciones desplegó sus mejores voces para la ocasión, dignas de acompañar la extraordinaria partitura de Soutullo y Vert. El barítono malagueño Antonio Torres asumió el rol del conde Mario en ambas sesiones, exhibiendo su calidad vocal de barítono recio y su credibilidad escénica para este papel. Estuvo acompañado en la sesión de tarde por Ricardo Muñiz y Milagros Martín, dos voces consagradas y también usuales en La Solana. Encarnaron los papeles de los gitanos Iván y Amapola. Muñiz dejó estela de lo que es, un tenor lírico de agradable voz y Martín llenó la escena con su habitual magnetismo.

     Por la noche les tocó el turno a la soprano Lupe Sánchez, otra veterana, y al cubano Lorenzo Mok, tenor spinto con ese tipo de voces potentes que tanto gusta al gran público. Naturalmente, el intermedio que Mocedades popularizó poniendo letra con su canción “Amor de hombre” encendió los mayores aplausos.