Las piscinas de verano se han cerrado hasta el año que viene                   

Paulino Sánchez

   En la tarde del último día de agosto se cerró la temporada en el complejo de piscinas municipales, que ha permanecido abierto desde el 26 de junio y por el que han pasado un total de 32.250 bañistas, aproximadamente un millar menos que el año pasado, debido en parte a que julio tuvo unas temperaturas algo más bajas de lo habitual.

   El encargado del complejo, Cipriano Martín-Zarco, declaró a Radio Horizonte que a lo largo de ese periodo han permanecido abiertas dos de las tres piscinas existentes, la olímpica y una de las pequeñas, mientras que la climatizada se ha dedicado exclusivamente a los cursillos.

   El horario de apertura ha sido de 12 de la mañana a 8 de la tarde. La utilización media ha sido de unos 450 bañistas los días de más asistencia, y los que menos en los que han acudido unos 200. Sobre la edad de los asistentes, señalaba que lo hacen de todas, aunque "se va notando que son los jóvenes menores de 14 años los que acuden cada vez en más número". Y por lo que respecta a la preferencia de utilizar una u otra piscina, indicaba Martín Zarco que "aunque cada uno tiene sus preferencias, son más los que se deciden por la olímpica".

   Lo que sí se ha notado este año ha sido una menor asistencia los domingos, sobre todo teniendo en cuenta que los sábados los jóvenes trasnochan más y luego hay muchas piscinas en casas de campo. Además, la cercanía de Ruidera hace que muchos se decidan por ir a esos lugares.

   En años anteriores, el día de cierre era sinónimo de problemas con determinado grupo de personas que no querían abandonar las instalaciones, lo que motivó algún conflicto con las fuerzas de orden público. Pero este año, según declaraba Cipriano Martín-Zarco, aunque ha vuelto a permanecer un grupo de personas fuera del horario de cierre de las instalaciones, no se han registrado incidencias, a pesar de la presencia de Policía Local y Guardia Civil. Transcurridos unos cuarenta minutos fuera del horario de cierre, los bañistas abandonaron voluntariamente los vasos.

   Se trata de algo que se está convirtiendo casi en una tradición, incluido zambullirse con una camiseta puesta, que durante el resto del tiempo está prohibido. Es algo que no suele ocurrir en otras localidades, según Martín-Zarco, pero que viene siendo habitual desde hace unos años en las piscinas municipales de La Solana, como cierre de la temporada. Ahora, las piscinas a cielo abierto se cierran y será a primeros de octubre cuando se abran las instalaciones de la piscina climatizada.