Aurelio Maroto

         Una feria sin Alejandro Conde es como un jardín sin flores. Eso debe pensar el Área de Festejos, y no le falta razón. El artista de Castellar volvió un año más a La Solana para entregarse a un público tan numeroso como entusiasta, que llenó la Plaza Mayor para escuchar a uno de sus cantantes favoritos.

         Durante alrededor de hora y media, Conde exhibió su poderosa voz, plena y clara a pesar de sus muchos años sobre el escenario, y desplegó gran parte de sus mayores éxitos, entre ellos “Por la Ruta del Quijote”, sin duda el gran “pelotazo” de su ya dilatada carrera, aunque no el único. También interpretó temas como “Llévame”, “Verde Laurel” o “A mi padre”. De igual manera, aprovechó para presentar algunas canciones incluidas en su nuevo álbum, entre ellas “A mi nieta Alejandra”, que, aseguró, cantaba por primera vez en un concierto en directo. El público solanero tuvo el pequeño privilegio de asistir a este “estreno”.  Y, por supuesto, también tuvo un hueco para los aficionados más escorados al flamenco. Acompañado a la guitarra, tuvo un hueco en su recital para el fandango, un palo especialmente querido para un sector del público que le escuchaba.

         Y es que Alejandro Conde casi pertenece al paisaje solanero. En declaraciones previas a la prensa local, admitió que venir a La Solana es muy familiar para él “comencé a venir hace 35 años, cuando yo empezaba, y cada vez que vuelvo me siento como en mi casa”. En verdad, el cantante de Castellar ha actuado decenas de veces en la localidad, sin exagerar. Ha cantado en La Moheda, en el Cine Cervantes, en la Plaza Mayor… y siempre ha gozado del calor de un público muy fiel que nunca le ha abandonado.