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-Despedida

Caras serias en la despedida del equipo ante su afición                     Foto: GACETA

      Aurelio Maroto

     Punto y final a la navegación del Doña Ramoncita-CB La Solana por Liga EBA. El barco atracó este sábado en el pabellón ‘Antonio Serrano’ con más pena que gloria. Al menos, el equipo se despidió ante su fiel afición con una victoria frente al Pozuelo de Alarcón (75-57), que va a correr la misma suerte. Fue el canto del cisne. El partido que aún queda por jugar en Quintanar del Rey será testimonial.

    Al término del choque, aún quedaba el cartucho de que Valsequillo ganara a Quintanar en Gran Canaria. Vana ilusión. Apenas hora y media después se consumó el descenso matemático. De hecho, había pocas esperanzas y las caras ya eran serias tras derrotar a Pozuelo, pero al mismo tiempo no había ningún ambiente de funeral. Es como si el regreso a Primera Nacional fuera algo natural tras una maravillosa excursión por lo desconocido.

    Sin embargo, la excursión pudo tener continuidad a poco que el equipo hubiera sido algo más aplicado, ni siquiera mucho. Pero claro, once derrotas consecutivas dejan desnudo a cualquiera. El CB La Solana ha estado sin ganar un partido exactamente tres meses, desde el 7 de enero hasta el 6 de abril. Un lastre imposible de soportar. No faltaba quien lamentaba este o aquel partido que se tuvo en la mano, que casi se gana. Pero en deporte de competición, el casi no sirve para nada.

 -Afición despide con aplausos

La fiel afición solanera despidió a los suyos con aplausos                 Foto: GACETA 

   Mica Tolosa era realista ante los medios, aun cuando a esas horas todavía había un hilo de esperanza en Gran Canaria. “Habría que analizar todo y es complicado a bote pronto, pero hemos tenido algunos meses con mala dinámica y muchas lesiones”. Tiene razón, pero no es menos cierto que al club le faltó instinto para hacer algún movimiento en el mercado de invierno, precisamente por esa plaga de lesiones y también ante la evidente desconexión de algunos jugadores, muy por debajo del rendimiento que se esperaba de ellos.

Proyecto de ascenso o cantera 

   “Hay que sentarse y ver en qué hemos fallado, tanto de planificación como de dirección por mi parte, de plantilla o de los momentos que no hemos sabido jugar”, decía. Y añadía dónde está la primera clave de cara a la próxima temporada: “Tendremos que ver qué orientación tendríamos, si con un proyecto para volver a intentar el ascenso o sacar otra hornada de jugadores”. No le falta razón al joven técnico solanero cuando se refiere a “muchos factores”. Jugadores disponibles, patrocinios, recursos... Pero lo primero de todo es mantener la ilusión por seguir tirando del carro. Ahí, la directiva presidida por Víctor López-Milla ‘Vitu’ tiene la primera palabra.

   Atrás quedan años preciosos, más allá de los errores que hayan podido cometerse. Nunca antes una directiva, un cuerpo técnico y unos jugadores llevaron tan alto al baloncesto en La Solana. Conviene no olvidarlo. Así que, a falta de saber qué deparará el futuro, solo queda tirar de tópico: fue bonito mientras duró.

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