Aspecto del rasillo de Santa Quiteria durante la procesión del Santo Entierro Foto: GACETA
Paulino Sánchez
Nuevamente, en la mañana y primeras horas de la tarde del Viernes Santo, en ocasiones con fuerza, el cielo se despejó para permitir la salida de los seis pasos que forman la procesión del Santo Entierro de Cristo. La baja temperatura y el viento racheado no fueron obstáculos para que, a la hora prevista, los pasos de la cofradía de la Virgen de las Angustias partieran desde la ermita del Calvario y llegaran por las calles del itinerario habitual a la ermita de Santa Quiteria, donde comenzaron a incorporarse las imágenes de la cofradía del Sepulcro.
El paso del Santo Sepulcro escoltado por guardias civiles Foto: GACETA
A la salida del Santo Sepulcro, que portaban 45 anderos, la Banda Municipal de La Solana interpretó las marcha “El silencio”, seguida por “La muerte no es el final”, entre un gran silencio general. La salida de la Soledad, llevada por 44 portadores debajo del paso, fue acompañada por la marcha “Virgen de la Soledad.
La Banda Municipal interpretó varias marchas a la salida del Sepulcro y la Soledad Foto: GACETA
Toda la plaza de Santa Quiteria y las calles cercanas estaban repletas de gente para contemplar el paso de la procesión, que encabezaba la cruz parroquial y el estandarte del Santo Sepulcro, seguido por el paso del Cristo de la Agonía, la Agrupación Musical de San Sebastián, el paso del Calvario y la representación de cofradías y hermandades de Pasión.
La Virgen de las Angustias en la explanada de Santa Quiteria Foto: GACETA
El estandarte precedía a la cofradía de la Virgen de las Angustias, llevada por sus costaleros, la banda de cornetas y tambores de Jesús Rescatado y el paso de la Santa Cruz a ruedas.
Precediendo al paso del Sepulcro eran arrastrados el Sol y la Luna, escena exclusiva de la Semana Santa de La Solana que evoca las tinieblas cuando se produjo la muerte de Jesús. El Sepulcro iba escoltado a lo largo por cuatro números de la Guardia Civil, y detrás la Banda Municipal de Música de La Solana. La Virgen de la Soledad era precedida por un grupo de mujeres ataviadas con mantilla, las clásicas “manolas”. Detrás, acompañaban el vicario de San Juan Bautista de la Concepción, Concepción, Feliciano Harindintwari y el párroco de Santa catalina Benjamín Rey, junto a directivos de las dos cofradías organizadoras. También asistieron concejales de los grupos popular y socialista, encabezados por la alcaldesa, Luis Márquez.
La Magdalena, la Verónica y la Samaritana delante de la Virgen de la Soledad Foto: GACETA
Cabe señalar que ninguna de las dos cofradías de esta procesión contó con novedades, al haberse centrado el último año en las obras realizadas en sus respectivas sedes. Este desfile cuenta con el colorido de las túnicas de los nazarenos, desde el negro y azul de las Angustias, al negro con capas y fajines negros de los del Sepulcro, pasando por el negro total de sus portadores y manolas y los diversos colores de los representantes de las otras cofradías presentes, el morado, verde, rojo, blanco y negro, así como el de las figuras vivientes de la Magdalena, la Verónica y la Samaritana, que al igual que en el resto de procesiones precedieron a los pasos de la Virgen con palio.
Cuando la procesión llegó a la altura de la calle Pozo Ermita se apartaron del itinerario los dos pasos y los nazarenos de la cofradía de la Virgen de las Angustias para dirigirse a su ermita del Calvario, continuando el resto de los pasos, nazarenos, bandas, representación de cofradías y autoridades hasta Santa Quiteria.
Conviene recordar que todos los pasos de las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo contaron con numeroso adorno floral y en la mayor parte del recorrido el silencio fue la nota predominante. Por fortuna, la lluvia no obstaculizó ninguna de las tres grandes procesiones de nazarenos, a pesar del tiempo desapacible.