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CF La Solana alevín ganador en Infantes 14-5-22

  Equipo alevín, campeón en el último torneo de Infantes

         Aurelio Maroto

      Que La Solana tiene una cantera de deportistas fértil y vigorosa, es algo indiscutible. Los ejemplos en especialidades como el baloncesto o el atletismo son notorios, y no digamos del fútbol. Un buen ejemplo es la escuela de La Solana, que en muy poco tiempo ha logrado armar equipos muy competitivos. En las últimas semanas están acudiendo a distintos torneos por la provincia y los resultados deportivos son excelentes, aunque la motivación y el objetivo final no sea ganar o perder, subraya José Antonio García-Valenciano ‘Josan’, el monitor que les acompaña. Ha 'armado' varios equipos entre la escuela del CF La Solana y la Escuela Municipal de Fútbol.

      “Estoy muy contento porque venimos haciendo buenos torneos, pero en estas edades el resultado es lo de menos”. “Lo mejor es verlos competir con esa ilusión que tienen, ver a sus padres y el buen ambiente que se genera entre todos”, ha declarado a Radio Horizonte.

CF La Solana benjamín Infantes 14-5-22

   Los benjamines con el trofeo de subcampeones. Arriba, David García y Pedro José Simón, que ayudaron a Josan en este trneo 

      Hace poco estuvieron en Puertollano, donde La Solana quedó subcampeona de la Copa de Plata. Y el pasado fin de semana viajaron a Villanueva de los Infantes, donde el equipo alevín quedó campeón y el benjamín subcampeón. “En La Solana se saca muy buena cantera y creo que se puede incluso mejorar”, dice Josan.

          A nadie amarga un dulce –reconoce- y los trofeos siempre ilusionan a los chavales. Ahora bien, cuando ganan, ganan todos, y cuando pierden, no pierde ninguno. El monitor cuida mucho las rotaciones y los minutos de juego de cada niño, sin pensar en el resultado o en el rival. “Intento que todos se sientan importantes en el equipo; cada uno tiene sus condiciones, su evolución y hay que contar con todos”. Y con todas, porque en el equipo alevín juegan dos niñas con total naturalidad. Otro signo de igualdad que merece la pena cuidar, subraya.

    En este sentido, Josan también admite que gestionar un grupo de chavales de esta edad tiene sus ventajas y sus inconvenientes. “Es un poco estresante y a la vez gratificante; a veces cuesta controlarlos, sobre en estos torneos donde juegan muy estimulados”. “Al final les coges cariño y ellos también a ti; incluso te hacen más caso que sus propios padres; al final te ven como una figura a respetar”. Un respeto que se traslada al campo de juego, por supuesto.

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