El alcalde celebra de manera efusiva una canasta en la semifinal del sábado

         Aurelio Maroto

      La hazaña lograda por el Frutas Doña Ramoncita-CB La Solana el pasado fin de semana no apaga su eco. La experiencia vivida en el pabellón La Moheda se ha convertido en uno de los acontecimientos del año, amplificada por el éxito deportivo del equipo, con un merecido ascenso a Liga EBA. Las reacciones siguen y una de ellas corresponde al propio alcalde, Eulalio Díaz-Cano, gran aficionado al baloncesto desde niño.

         No es casual, por tanto, su manera de vivir la fase de ascenso celebrada el pasado fin de semana en el pabellón La Moheda. La versión más pasional del regidor la vimos el sábado, con ocasión de la semifinal contra el CB Globalcaja Cuenca. Estaba en juego el ascenso y no pudo reprimir su ardor amarillo. La imagen que acompañamos es suficientemente reveladora, celebrando una de las canastas del equipo. Representaba a La Solana entera. A su derecha, el primer teniente de Alcalde, Luis Romero, y el concejal de Deportes, Sebas Pérez, también celebran con fruición, y al otro lado hace lo propio el presidente, Víctor López-Milla ‘Vitu’. Al día siguiente, tuvo que guardar la ortodoxia institucional obligada en la gran final, acompañado como estaba por su homólogo daimieleño y por el presidente de la FBLM. Ya lo decía Santa Teresa: "Cuando perdiz, perdiz; y cuando penitencia, penitencia". 

 En declaraciones a Radio Horizonte, ha valorado la proeza cosechada. “Esta generación se lo merecía”, ha manifestado con rotundidad. Cree que el trabajo de cantera de los últimos años tenía que desembocar en algo así. Elogia esa labor incansable desde la base y se siente orgulloso de haber ascendido a categoría nacional con un equipo prácticamente de la casa, algo inédito en toda Castilla-La Mancha.

Eulalio Díaz-Cano se abraza con el presidente del club, Vitu, tras confirmar el ascenso

  El regidor tampoco ha ocultado su satisfacción por el resultado de la Final Four desde todos los puntos de vista. La asistencia de público fue magnífica, sobre todo en los partidos disputados por el CB La Solana y el CB Daimiel, que arrastraron muchos aficionados. La segunda semifinal reunió a cerca de 500 espectadores y la gran final superó los 700, con un lleno nunca visto hasta ahora en el pabellón La Moheda. “Lo que hemos vivido ha sido una auténtica fiesta”, subraya, también desde el punto de vista organizativo.

El trabajo de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha (FBCLM), capitaneado por Jesús Flores, en coordinación con los empleados municipales y la gente del CB La Solana, permitió cuajar una fase que terminó a plena satisfacción de sus organizadores. “Demuestra la importancia de apostar por este tipo de eventos”. En efecto, tanto el Ayuntamiento como el patrocinador principal han sido claves para traer la fase final por primera vez a La Solana. Era un premio para esa generación dorada y el desenlace no pudo ser mejor.