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Imagen del concierto de Santa Cecilia

Imagen del concierto de Santa Cecilia de la Banda Municipal de Música

           Aurelio Maroto

Con ilusión por volver a una cita tan tradicional. Así se sentía la Banda Municipal de Música en los prolegómenos del concierto en honor a Santa Cecilia, que el año pasado pasó de largo por razones sanitarias. El auditorio ‘Tomás Barrera’ albergó un recital didáctico-pedagógico donde la música se mezcló con el aprendizaje, siempre en un ambiente de distensión y entretenimiento, sobre todo para los más menudos de la casa.

Esta vez, el programa arrancó con un concierto solista para saxo y orquesta, incluido allegro y romanza, continuó con la célebre composición de la máquina de escribir, de Leroy Anderson, para seguir con otro entretenido concierto donde el protagonismo lo tiene una taza de café. Las bandas sonoras de La Pantera Rosa y El Rey León, ambas acompañadas con imágenes, llegaron en la parte final, aunque el epílogo lo puso El Reino de Hielo, de la película Frozen.

“Siempre tenemos que pensar a quién va dirigido, y al ser pedagógico buscamos obras que puedan calar en el público más joven”, declaró a Radio Horizonte el director de la banda, Ángel Sancho Moraga. “Se trata de hacerlo lo más ameno posible para que la gente que viene quede contenta”. El maestro reconoce que hay un antes y un después desde que decidieron cambiar el formato y colocar ese cartel de ‘pedagógico’. Han sido variadas las escenificaciones que han acompañado a cada interpretación, con vestuario específico incluido. Y siempre bajo dos batutas. Una, la de Ángel Sancho, Y otra, la del periodista de Radio Horizonte Gabriel Jaime, a la sazón saxofonista, como conductor de la parte didáctica. “Hemos tenido incluso llenos, aunque este año no sabemos cómo afectará la pandemia y el miedo de algunos”. Finalmente, hubo una entrada aceptable, aunque por debajo de la registrada otras veces. “El miedo es libre”, decía Sancho.

En este sentido, el también director de la Escuela de Música y Danza admitía un descenso en las matrículas de este curso, aunque moderado en comparación con otras. “Hay escuelas que incluso han cerrado; nosotros llegamos a tener 420 alumnos y ahora estamos en 380, así que no nos podemos quejar”. “Pero el miedo sigue ahí, aunque no entiendo por qué no se hacen actividades extraescolares cuando en los colegios también hay contagios”, concluyó.

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