Aspecto de la grada de La Moheda en el partido del sábado

         Aurelio Maroto

         Kiko Vilches solo encontraba acomodo a una mala noticia tras ganar al EFB La Roda. Tendrá que pagar unas cervezas tras el entreno del próximo jueves. Y no todas serán 0,0, desde luego. El técnico amarillo se lo había prometido a su tropa si lograba pleno en los tres primeros partidos. Dicho y hecho. Y no le pesará: "las pagaré con mucho gusto". El madrileño era un tipo feliz después del 2-0 (goles de Juan y Cabriti). “No es fácil ver un fútbol de este nivel en Preferente; hemos tenido momentos de gran juego ante un rival bien armado y que nos ha complicado las cosas”, declaraba a los medios al término del partido. Una satisfacción amplificada por dos razones más. Una, el altísimo nivel de competitividad que ve en su plantilla; “entrenan como animales y los del banquillo salen enchufados; aquí todos quieren jugar”. Y dos, el crisol de la afición; “se empieza a ver cómo aprieta La Moheda; tenemos un objetivo hay que alcanzarlo con una comunión entre el equipo y la afición”.

           La realidad es que el CF La Solana está teniendo un arranque de liga inmaculado. De momento, tres de tres y 9 de 9. En efecto, el equipo exhibió momentos de buen juego, generó ocasiones con facilidad y las gradas de La Moheda empezaron a poblarse como no hace tanto. El viento sopla de popa, de momento. Y sin embargo, conviene desgranar algunos matices, no todos buenos.

         La mejor noticia, per se, fue el triunfo. La Solana tardó, pero acabó demostrando su enorme caudal ofensivo. Otra gran noticia fue la irrupción del mejor David Sevilla. El canterano desplegó todo su arsenal: amagos, recortes, giros, arrancadas en velocidad y, sobre todo, una gran dadivosidad en el esfuerzo físico sin balón, presionando la salida de balón y tirando apoyos imposibles hasta el mismo córner. Probablemente fue el hombre del partido, dando luz a un centro del campo donde Pirri anduvo más gris que de costumbre y Luque apenas apareció.

         Puestos a escudriñar, La Solana sufrió mucho cuando La Roda apretó de verdad en la presión. Fue un calco de hace quince días contra el Munera, aunque los rodenses son aún mejores. Después de un inicio fulgurante y un travesaño de Reyes, comenzaron los problemas. No había circulación fluida y era imposible salir jugando desde atrás. Las grandes cualidades de Monreal con las manos son inversamente proporcionales a su desempeño con los pies, que a punto estuvo de consumar un serio disgusto. No tocaba jugar en corto, sino sorprender en largo, ya que el adversario está volcado y si algo tiene La Solana es veneno de bamba negra en la proyección a la contra. Fue en esos minutos cuando brillaron los dos centrales, Juan y Sancho, y por supuesto De la Hoz y Bonilla, apretados por obligación en sus rediles. Fue en la recta final del primer tiempo cuando el equipo se soltó de nuevo. En apenas cuatro minutos generó tres ocasiones clarísimas, sin éxito.

 

    Javi López, que acabó lesionado, se duele de un golpe en un lance del encuentro

 

            La reanudación comenzó con otra oportunidad de oro para Sergio Reyes, incisivo e impreciso a partes iguales, pero siempre dispuesto a ayudar. Finalmente, tuvo que ser Juan, un defensa, quien abriera la lata a balón parado, igual que hizo Sancho en Casas Ibáñez. Kiko Vilches movió el banquillo. Salió Mini y el técnico premió a Fran Marín con unos minutos en sustitución del capitán. También salió Diego Sevilla para rearmar el pivote defensivo. Pero, sobre todo, oxigenó la creación con Raúl Delgado y el ataque con Otman Cabriti. El torrente ofensivo creció y el catalán firmó el 2-0 tras una gran jugada de ataque y la generosidad de Reyes en la última asistencia. El partido quedó finiquitado.

            Vistos los resultados de la jornada, el CF La Solana se asienta de momento en lo alto de la tabla. Tan ilusionante como testimonial; tan gozoso como anecdótico. Todo está por hacer. Próxima parada: Herencia (sábado, 16 horas).