Momento de la entrega del cheque en el patio de la Casa de la Iglesia      Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

La puerta de entrada a la sede de Cáritas Interparroquial continúa llena. Se multiplican las personas que hacen cola en busca de ayuda y la institución se esfuerza al máximo para atender la demanda. Por fortuna, no faltan gestos de apoyo ciudadano a la hora de dar donativos y un buen ejemplo es la empresa Bodegas Romero de Ávila Salcedo. Su propietario, Santiago Romero de Ávila, suele colaborar con Cáritas en materia económica y este viernes entregó un cheque por valor de 1.100 euros, resultado de la venta de 100 estuches de vino en distintos establecimientos de la localidad. El secretario local, Andrés Moreno, agradeció el gesto. “Es muy importante que se acuerden de nosotros en estos momentos de tanta necesidad”.

El bodeguero se mostró muy satisfecho con el resultado de esta campaña, ya que se han vendido la práctica totalidad de los estuches. Si alguno ha quedado, la empresa ha asumido su coste y no ha afectado al importe final del cheque. “Ofrecí el valor de los cien estuches y entrego la cantidad que comprometí”. Muy concienciado con el momento que vivimos, Santiago Romero de Ávila inició esta campaña como un ejemplo más de la ayuda que está prestando durante la pandemia, ya que también ha invertido en comprar material para EPIS, bajo la coordinación del grupo ‘Voluntarios La Solana’.

En este sentido, el tesorero de Cáritas, Antonio Pérez del Barco, “Santiago ha tenido detalles grandes con Cáritas ya muchos años, con golpes de dinero muy importantes”. “Me gustaría que hubiera muchas empresas que hicieran lo mismo”. A día de hoy, Cáritas Interparroquial cubre la demanda gracias a los donativos que llegan y a un remanente que tenían, pero advierte de que todo tiene un límite. “Llegará un momento en que se agotarán los recursos”, aunque añadió que “ese día los seguiremos buscando por donde sea”.