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Biblioteca estudiantes

Varias jóvenes, perfectamente separadas, en la sala de estudio           Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La Biblioteca Municipal de La Solana ha presentado el nuevo formato de su tradicional Guía Lectora de verano. Se trata de un ingenioso Diario de Lectura dirigido a niñas y niños de entre seis y doce años de edad que oferta decenas de ejemplares para plantear la lectura como un juego. El lema de este año es ‘Acampa en los libros’ y tiene como objetivo que los pequeños sigan leyendo y tengan a los libros como un instrumento más de ocio.

Así lo indicó la directora de la Biblioteca Municipal, Ramona Serrano, a la emisora municipal, explicando algunos de los cambios derivados por la pandemia de Covid-19. Dijo que los menores de seis años no pueden entrar solos en la biblioteca y a partir de esa edad deben ir acompañados de un adulto. Tampoco se puede tocar el fondo, “por lo que todo es un poco más complicado ahora, aunque no es óbice para dejar de leer”, subrayó.

Si las Guías Lectoras de los últimos años se llevaban a cabo con la colaboración de otras siete bibliotecas de la provincia “esta vez hemos hecho algo más casero en la de La Solana y lo hemos llamado simplemente ‘Diario de Lectura’, dijo Serrano. Los pequeños lectores podrán completar la cartilla compuesta por ocho huecos para introducir el título y autor de los libros leídos “y al final daremos algún detalle para fomentar la actividad”, añadió.

Anunció que “hay una oferta de libros maravillosa para elegir y seguiremos comprando para ir incrementando nuestro fondo poco a poco”. Los préstamos podrán extenderse por un periodo de un mes como máximo y cada ejemplar deberá pasar una cuarentena de una semana, además de ser desinfectado, según indicó.

 

Biblioteca toma temperatura

El conserje toma la temperatura y rocía con gel a un usuario          Foto: GACETA

Nuevos protocolos y descenso importante en los préstamos

En referencia a los nuevos protocolos, Serrano señaló que “la gente está siendo respetuosa, muy concienciada con la situación y no hemos tenido que llamar la atención a nadie”. Cada persona tiene que desinfectarse las manos al entrar a la biblioteca y también se le toma la temperatura. A la hora de sacar libros, habría que pedirlo al personal encargado “ya que no se puede tocar ningún fondo al haber desinfectado uno a uno cada ejemplar”. Si fuera el caso, habría que esperar pacientemente y guardar la distancia de seguridad, añadió. Para las devoluciones, “los libros se depositan en unas cajas que hay al entrar para ser desinfectados y puestos en cuarentena”.

Por lo que respecta a la sala de estudio, la directora dijo que se permitió el acceso desde el 24 de junio “se han quitado algunas sillas, se han separado las mesas y también hemos habilitado la parte infantil y juvenil y la parte de adultos para que haya más espacio”. A los estudiantes también se les toma la temperatura y se les da gel hidroalcohólico, con el uso obligatorio de la mascarilla “pero si está sólo en la mesa y va a estar estudiando durante mucho tiempo, dejamos que se la quite”, apostilló.

Finalmente, dijo que “a pesar de que hay unas normas que hay que cumplir, seguimos trabajando igual que siempre para ofrecer el mejor servicio y que la gente mantenga el hábito lector”. Reconoció que el número de préstamos había bajado sustancialmente en esta ‘nueva normalidad’, pasando de las ochenta unidades antes de la pandemia a una veintena en la actualidad.

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