Santiago Romero de Ávila en su bodega junto a los estuches donados a Cáritas                                   Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

       En esta vorágine de crisis sanitaria que, por fortuna, comienza a remitir, siguen abundando los gestos solidarios de ciudadanos anónimos. Es el caso Santiago Romero de Ávila Salcedo, un conocido bodeguero de La Solana que acaba de donar a Cáritas Interparroquial un centenar de estuches de vino. El objetivo es que su venta permita reportar un dinero extra a una institución que, más que nunca, multiplica sus esfuerzos para atender la creciente demanda de auxilio social.

         Se trata de una vertiente más de la implicación que este empresario está exhibiendo desde que se decretó el estado de alarma, incluso antes. Lleva meses financiando material para la fabricación de equipos de protección individual (EPIS) y Cáritas es un destino más de esa ayuda. “En una ocasión que fui a llevarles hidrogel les propuse esta donación, aunque cuando la crisis remitiera un poco”, declaró a Radio Horizonte.

         El momento ha llegado y Santiago Romero de Ávila ha cumplido su promesa de entregar 100 estuches de vino de su marca de cabecera, Portento. Ha llegado a un acuerdo con varios establecimientos que distribuyen habitualmente sus vinos, que se han ofrecido para vender los estuches al precio unitario de 11 euros. La Casota Gourmet, Pedrín e Hijos, Miriam, El Marmeto y Casa Aquilino, además de la propia Bodega Romero de Ávila Salcedo son los sitios donde se pueden encontrar, al precio unitario de 11 euros. Si se venden todos, proporcionaría 1.100 euros íntegros a Cáritas de La Solana.

      “Hacemos estas cosas porque nos sale de dentro”, asegura Santiago Romero de Ávila, poco amigo de publicitar los gestos de filantropía que su empresa viene haciendo desde hace años a favor de diferentes causas. El estallido del Covid-19 ha permitido airear mucho más una filantropía de la que puede dar fe el grupo ‘Voluntarios La Solana’, ejemplo de vanguardia ciudadana espontánea en esta cruzada contra el enemigo invisible. El bodeguero se ha volcado con ellos para el reparto de EPIS por los hospitales y residencias de la comarca.