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UME plazuela Canalejas - copia

Patrulla de la UME en la Plaza de Canalejas, en pleno centro urbano                                                     Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

Acostumbrados a verles apagando fuegos o embarrados hasta las rodillas en episodios de inundaciones, los soldados de la UME (Unidad Militar de Emergencias) también son la vanguardia del Ejército en la crisis del coronavirus. Es verdad que su presencia significa que algo malo está pasando, pero es gratificante notar que han venido para aliviar el trabajo de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, desbordados en un momento así. De paso, la sola visión de sus boinas amarillas sirve como persuasión.

Tres efectivos de la UME, capitaneados por un teniente, llegaron este sábado a La Solana y permanecieron varias horas patrullando y haciendo que se cumplan las medidas impuestas por el Gobierno, derivadas del estado de alarma. Por la mañana habían estado en la vecina localidad de Manzanares, donde también realizaron labores de desinfección. Aquí se limitaron a labores de vigilancia, de acuerdo con las instrucciones del subinspector-jefe de la Policía Local, Antonio Velasco, al que se presentaron a primera hora de la tarde. Les indicó que se dieran una vuelta por algunas rotondas y otros enclaves urbanos como la Plaza de Santa Ana, la Estación de Autobuses, la explanada del Mercado Municipal o la Plaza de Canalejas, en intervalos de aproximadamente media hora.

      “Mientras dure el estado de alarma seguiremos apoyando a los cuerpos de seguridad en toda España”, declaró a la prensa local el teniente Sergio Santos. “La colaboración con la Policía Local y la Guardia Civil de cada pueblo es total”, aseguró. Reconoce que la mayor necesidad que encuentran es la escasez de personal, ya que “a la necesidad de efectivos para labores de vigilancia se une que algunos van cayendo enfermos o en cuarentena y las patrullas se reducen”. “También notamos algunas necesidades de material, ya sean mascarillas o guantes”.

El joven oficial de la UME no oculta que están siendo días muy intensos, donde se mezclan muchas emociones. “Estamos dando el cien por cien de nosotros, doblando turnos, trabajando mucho y sobre todo ayudando, que es lo que nos gusta hacer”.

       Su mayor satisfacción es ver cómo la ciudadanía, en su inmensa mayoría, cumple con su deber de quedarse en casa. “Estoy viendo que la gente está concienciada de lo que puede y no puede hacer, y en general ayuda bastante”. “Como podéis ver, las calles están prácticamente vacías y la gente sale a hacer lo esencial”. En su opinión, esa es la clave. “Les digo que estén tranquilos, que lo están haciendo muy bien y que dentro de poco saldremos de esta”.

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