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Rueda Legado Bustillo Luis Díaz-Cacho

Luis Díaz-Cacho durante su respuesta a las patronas dimitidas                                    Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

       El presidente de la Fundación Benéfica ‘Legado Bustillo’, Luis Díaz-Cacho, se muestra sorprendido y decepcionado por la renuncia de las dos concejalas de Ciudadanos, Luisa Márquez y Elena Jaime, anunciada esta misma semana, aduciendo que se sentían ‘ignoradas y ninguneadas”. Es una decisión –dice- que respeta pero no entiende “porque el ambiente en el Patronato es de complicidad, acuerdo y unanimidad”.

          Según el presidente de la Fundación, la única razón que le hace entender sus renuncias es la presión sobre los patronos, por ley, al tener que responder solidariamente ante los posibles daños y perjuicios que sus decisiones pudieran producir, excepto si votan en contra o renuncian a sus cargos, como es el caso. “Comprendo esa responsabilidad de tener que responder con nuestro dinero o nuestro patrimonio”. “Que nos lo cuenten a Paco Nieto (PP) y a mí cuando firmamos un crédito personal de 300.000 euros para atender nóminas”. “Hay que ser muy valiente para aceptar eso”. Ahora –añadió- los informes de las auditorías externas avalan las decisiones. “Las cuentas están saneadas, con 600.000 euros en nuestro haber”.

         Sin embargo, califica de “excusas” otras causas “menores”, en referencia al expediente de empleo que Díaz-Cacho gestionó sin conocimiento del Patronato, razón que las concejalas de CS aducen como gota que colmó el vaso. “Gracias a que solicité un ERTE vamos a ser capaces de aguantar un año muy complicado”, dijo, añadiendo que ya pidió disculpas y lo vuelve a hacer “por no compartir aquella decisión en un momento de tanta confusión”. Por otra parte, rechaza que las concejalas de CS hayan decidido irse tras dejar encauzada la licitación del servicio de conserjería, ya que “a aquella reunión donde se aprobó el pliego ya no acudieron”.

           Respecto a la queja de un vecino en un pleno, a la que aludió la portavoz naranja, Luisa Márquez, recordó que el Patronato la consideró en su reunión del 27 de febrero. “Establecimos como indicador de referencia el IPREM [Indicador Público de Renta], que este año está en 537,84 euros”.

  Concluyó advirtiendo que vivimos un tiempo que exige “aguante, colaboración y unión, y no del que busca excusas para no comprometerse”. “Ese es el problema de quien ve la política como algo puramente técnico”. “Yo jamás abandonaré el barco en mitad de la tempestad”. Aun así, invitó a las ediles a reconsiderar su decisión y regresar a sus sillones en la Fundación. En caso contrario, será el Pleno de la Corporación quien decida qué concejales tendrán que recomponer al Patronato.

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