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CF Edu Jiménez

Edu Jiménez dio el susto con una aparatosa caída al filo del descanso                        Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            El CF La Solana ganó en Pedro Muñoz y, de paso, aprobó un duro examen de madurez. El 0-1 final graduó al equipo de Luismi en un aula muy exigente. La moqueta artificial del municipal ‘Juande Ramos’ es un escenario áspero, duro y hostil (en términos futbolísticos), con un rival muy dinámico, que llegaba en trance después de un comienzo de liga espléndido.

            La Solana leyó bien el partido desde el minuto uno, apretando en cada jugada y metiendo presión en tres cuartos. El Pedro Muñoz perdió el hilo de la combinación en carrera gracias a un trabajo en bloque y pronto se adueñó de la situación. Sin Josema, lesionado, con Raúl y Almarcha entre algodones, y Diego Sevilla en una inusual posición de pivote defensivo, el equipo logró reponerse y tejer una pared sólida en la medular. Cuando los locales llegaban, lo hacían sin aliento y en posiciones óptimas para la defensa, muy segura toda la tarde.

            Con más control de balón llegaron más opciones de peligro. Mini se activó por su costado derecho y no tardó en crear una clara ocasión, pero su disparo salió lamiendo la portería rojilla. La Solana hostigaba y el Pedro Muñoz simplemente no podía, aunque sí mantenía una gran solidaridad para achicar espacios, molestar en cada balón y evitar que los creativos solaneros, sobre todo Raúl, encararan la jugada. Una conexión de Mini y Dani terminó con el golazo de este último, que pateó con el alma una asistencia del primero.

            Al filo del descanso y con el partido completamente controlado llegó el primer contratiempo con la lesión de Edu Jiménez. Fea caída en un balón colgado que le impidió seguir. Fue evacuado al hospital tras sufrir un escalofriante topetazo en la espalda. Así acabó la primera mitad.

Expulsión y a sufrir

            En la reanudación no varió la tónica. La Solana daba más sensación de peligro. Edu Corrales mostró más dinamismo que su tocayo y se asoció con Capelo. Por la derecha, Mini a lo suyo. Cada balón largo era un suplicio para su par. En una de esas, se quedó sólo ante el meta pero no supo resolver. Antes había llegado el segundo contratiempo serio con la expulsión de Raúl. Dos amarillas en tres minutos, la primera por una acción de chiste que le hará madurar, sin duda.

            La Solana aguantó con diez casi media hora, entre otras cosas gracias a una enorme solidaridad, con Diego Sevilla y Almarcha imperiales en el corazón del campo. Pero hubo que sufrir. El Pedro Muñoz metió una marcha más y gozó de sus mejores ocasiones, alguna bastante clara. Los amarillos también pudieron sentenciar a la contra.

Elogios del entrenador

 

            Luismi felicitó a los suyos al término del partido. En declaraciones a Radio Horizonte, elogió el esfuerzo de sus jugadores y, sobre todo, el aplomo exhibido, seña de identidad de los equipos grandes en partidos de esta naturaleza. “Es el mismo trabajo que hicimos en Puertollano y Villanueva de la Jara, pero con más premio”.

            Ahora toca pensar en el gran clásico. El domingo llega a La Moheda el Manzanares (18,30 h), pletórico tras sus dos victorias consecutivas. Huele a viejos tiempos y La Solana tendrá que examinarse de nuevo.

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