Niños de la escuela de folklore "Rosa del Azafrán", el "mañana" de nuestros coros y danzas                                                             Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

            José Manuel Fernández es un folklorista avezado. Pertenece a la asociación de Coros y Danzas de Alcázar de San Juan y conoce bien La Solana. Su grupo ha venido varias veces a bailar el sábado de la virgen, a través de convenios con la Diputación que facilitan que el folklore tradicional pueda ir de pueblo en pueblo por la provincia. “Es importante que las administraciones cuiden y estén al servicio de lo que representan nuestras muestras identitarias” –declaró a Radio Horizonte. “Está bien que promocionen estas propuestas para ayudarnos a seguir adelante”.

            Minutos antes de subirse al escenario de la Plaza Mayor, nos explicó que el folklore de cada localidad manchega tiene un tronco común, aunque se diferencian por razones de carácter. “Hay fosilización en algunos pueblos; por ejemplo, en La Solana se bailan torrás y en Alcázar rondeñas. Es cuestión de los gustos de cada lugar”. Afirma que se están recuperando instrumentos de percusión como el caldero, las botellas, las cucharas y hasta las tejas, antecesoras de la castañuela. “Se están poniendo en valor todos esos instrumentos, que pueden conciliarse perfectamente con guitarras, laúdes incluso violines”.

Las nuevas escuelas de folklore parecen asegurar el futuro. Por fortuna, tanto en Alcázar como en La Solana hay dos canteras que trabajan cada semana en pos de ello. Juanfran García-Abadillo, de la Agrupación “Rosa del Azafrán”, tiene claro que la escuela representa ese futuro. “La escuela sigue ahí, va con nosotros donde vamos, y sobre todo en La Solana, para que la gente vea lo que hacemos y se anime”.

Juanfran García-Abadillo, como todos sus compañeros de asociación, están encantados con lo vivido esta Semana de Exaltación a la Virgen de Peñarroya, especialmente con la actividad del martes. “Fue muy emotivo llevar a la virgen a su antiguo altar, que muchos no lo habíamos conocido”. La Agrupación Folklórica “Rosa del Azafrán” apareció con galera y burro, con hombres vestidos con blusa, pantalón de pana y albarcas, mujeres con pelerinas, mandiles y pañuelos, y niños ataviados con traje manchego. “Removimos baúles y miramos fotos antiguas para ir vestidos con la indumentaria auténtica de antaño. Disfrutamos mucho”.