Toni Huertas en una entrevista concedida el domingo por la noche a los medios locales                               Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            Lo sucedido en el CF La Solana durante la última semana da para escribir un libro. Juan Pedro Naranjo, elegido presidente en la asamblea del 20 de junio, dimitió el viernes siguiente, sólo 6 días después de ser proclamado. Pues bien, esa misma tarde ya sonaba un nombre como sustituto: Toni Huertas. El carismático guardameta amarillo, que el pasado 10 de mayo se retiró del fútbol en activo a sus 34 años, decidió coger el testigo ante la insistencia de muchos aficionados, amigos, incluso futbolistas. “Me dijeron que era la persona idónea para reconducir la situación, sentí el apoyo de todos y no pude negarme”.

            El mismo viernes por la noche ya tenía cosas cerradas. “Enseguida comencé a moverme y hablar con antiguos directivos y gente de fútbol que sé que podían trabajar por el club”. Entre tanto, los jugadores se volcaron con él y se pusieron a su disposición. Ninguno quería irse a pesar de tener ofertas, algunos de equipos de 3ª División. Su hombre para dirigir el proyecto deportivo se llama Ángel Izquierdo, su propio entrenador esta temporada. El técnico tenía un preacuerdo con el Valdepeñas y todo el fin de semana ha estado concentrado en Toledo con los exámenes del nivel 3 de entrenador. Pero en la mañana de este lunes llamó al club vinatero para comunicarle que no se moverá de La Solana.

            Confirmada la continuidad del técnico solanero, todo debe ir sobre ruedas y el equipo estará formado en apenas días. De hecho, prácticamente lo está. “Todos los jugadores estaban preocupados y no tenían claro qué hacer porque no les convencía lo que había, pero ya me han confirmado que no se moverán; están muy comprometidos con este proyecto y tienen muchas ganas de seguir”. Sí lamenta, aunque comprende, la marcha de Naranjo al At. Tomelloso, que decidió no esperar ante las dudas que había en el club. Una baja sensible que intentarán suplir para mantener el nivel competitivo de este año. Antonio Colchón será el preparador físico y Joaquín Lozano Chino seguirá dirigiendo el equipo juvenil. También mantendrán la escuela de benjamines.

            En cuanto a la nueva Junta Directiva, Toni Huertas asegura que ya tiene comprometidos a 12, que podrían aumentar hasta la quincena. Incluso avanzó que ya tiene patrocinador oficial, que será Quesos La Casota, conocida empresa dirigida por José Araque, que fuera presidente amarillo en tres etapas diferentes. “Ya me he reunido con él y está totalmente implicado en este proyecto; es muy importante que los empresarios fuertes de La Solana nos apoyen”.

            El todavía candidato a la presidencia deberá ser proclamado en una próxima asamblea, aún por fijar. El Ayuntamiento tiene en su poder los libros de actas, cuentas, estatutos y demás documentación oficial de la entidad, entregada por la fugaz directiva anterior tras la reunión que mantuvo con el concejal de Deportes, Sebas de Lara, y donde le presentaron la dimisión. El propio edil se ha comprometido a convocar la asamblea general de socios, cuanto antes, para elegir formalmente al nuevo presidente y su Junta Directiva.

Una semana para olvidar

            Atrás quedaba una semana a caballo entre la incertidumbre y la extrañeza. La directiva de Juan Pedro Naranjo fue recibida con muchas dudas y bastante poco entusiasmo entre la afición. Aún así, los pocos directivos que tenía intentaron encauzar el nuevo proyecto. Su primer error fue descartar la renovación de Ángel Izquierdo. De hecho, durante la semana se reunieron con varios entrenadores, entre ellos Loren. Finalmente, se llegó a un acuerdo con Carlos Cespi, entrenador argentino con residencia en Manzanares. Esto sucedió el jueves a mediodía, tan sólo 24 horas antes de que el presidente arrojara la toalla. El propio entrenador, que pasará a la historia del club como el más fugaz, ha reconocido que aconsejó a la directiva marcharse si no tenían las cosas claras ni los apoyos suficientes. Ambas cosas sucedían. Un alarde de honradez puesto que, según afirma, “llegué a tener un contrato en mis manos y acabé rompiéndolo para no perjudicar al club”. Incluso tenía apalabrado a Ángel Aceña como preparador físico y a varios jugadores.

            Toni Huertas intentaba disculpar a sus antecesores. “Lo intentaron y supieron renunciar a tiempo”. No en vano, admite que se ha salvado un match ball en el último minuto. Muchos futbolistas estaban a punto de hacer las maletas rumbo a otros equipos. Lo mejor, por tanto, es olvidar este episodio y centrarse en el futuro. Algunos piensan que ha sido desgracia con fortuna. “Muchos se han dado cuenta del peligro que ha corrido el CF La Solana y ahora veo a la afición más motivada que nunca”. Así opina Toni Huertas, el hombre que salió al rescate en el último minuto, aunque no se considere ningún salvador. “Lo único que me mueve es mi amor por este club, nada más”.