Una de las coreografías de las alumnas de la Escuela     Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

La Escuela Municipal de Danza exhibió todo su talento en la clausura del curso 2014-2015, celebrada en el teatro Tomás Barrera. Ante un público entregado, y más cuando la inmensa mayoría son padres y familiares, más de un centenar de alumnos salieron a escena para expresar una parte de lo aprendido durante el año.

            En declaraciones a Radio Horizonte, el director de la EMMD, Ángel Sancho Moraga, expresó su satisfacción por el resultado general del curso, que justifica en dos pilares: la calidad y cantidad. “Por lo que he visto hay un nivel bastante aceptable; por otro, hemos tenido 118 alumnos, que está muy bien”. Un buen ejemplo de la utilidad de la escuela es que hay dos antiguas alumnas estudiando en el conservatorio profesional de Albacete, en concreto María Teresa Serrano de la Cruz y Mari Cruz Tolosa. “Ese es el fruto de nuestra escuela de danza” –presumía el director-.

            Danza española, danza clásica y formación básica completan las distintas fases de aprendizaje durante los 6 años de la escuela. Eso sí, en este momento hay un grupo de adultas que ya sólo cursan danza española, bajo cuatro parámetros: escuela bolera, danza estilizada, danza flamenca y regional. En más pequeños sí existe también mucha afición por la clásica. En el currículo puede haber danza española y clásica, más tres años de lenguaje musical, pero Sancho recordaba que la clásica es obligatoria, “es la base si quieres continuar estudiando”.

En primer término, uno de los dos niños que tiene la Escuela Foto: GACETA

            Eso sí, lo que no cambia es el dominio absoluto del sexo femenino. “Desgraciadamente, apenas hay niños; este año hemos tenido sólo dos”. Pero es algo común. “Pasa en La Solana en otros sitios; en el conservatorio profesional de Puertollano apenas hay 8 o 10 chicos para toda la provincia, por ejemplo”. Ángel Sancho lamenta que sea así y no acaba de entenderlo teniendo en cuenta la fácil salida laboral que puede suponer. “A los bailarines profesionales se los rifan en el ballet nacional o donde sea”.

            En cuanto a instalaciones, el director no se queja en absoluto. “Puedo decir que el aula que tenemos está muy bien para nuestras necesidades actuales. Tiene dos vestuarios, duchas, es amplia… En muchos sitios quisieran tener nuestras instalaciones” –concluyó-.