Cartones y cubos para las goteras en el edificio principal

         Aurelio Maroto

            El IES Clara Campoamor acaba de anunciar el compromiso para abordar de manera definitiva el arreglo del polideportivo cubierto, cuyas deficiencias tanto están dando que hablar últimamente. Según informa a través de un comunicado de prensa, los técnicos de la consejería de Educación estarían ya trabajando en un nuevo proyecto para abordar lo que llaman “solución constructiva”. Básicamente, esto significa que los problemas en el edificio no son leves y exigen una reparación de fondo.

            El director del centro, Luis Toribio, y la secretaria del AMPA, Lola Gallego, encabezaron la delegación solanera que se reunió el viernes en Ciudad Real con Rosalía García Alcázar, secretaria provincial técnica de los servicios periféricos. Volvieron a exponer la situación del polideportivo, agravada por los últimos temporales, que desprendió la tela asfáltica de la cubierta y las “cascadas de agua en uno de los fondos que provocó inundación del pavimento”.

            Dos técnicos de la consejería comprobaron in situ los desperfectos el 23 de marzo, junto a las “goteras, charcos e inundaciones también en el edificio principal”. Una vez hecha la evaluación, y de acuerdo con lo hablado en la reunión, el centro fue informado de que no se retiraría el falso techo de pladur “porque ocasionaría una gasto adicional de unos 20.000 euros y no serviría para su objetivo inicialmente previsto”, o sea, reanudar las clases de educación física.

            Por tanto, se les comunica que se abordará “una solución constructiva definitiva del pabellón polideportivo que resuelvan de una vez por todas las graves deficiencias endémicas que presentan desde el principio”. Para ello –añade el escrito- se trabaja en el proyecto, en la valoración del importe de licitación y en el pliego de condiciones. El objetivo, según este compromiso, es licitar una obra mayor para que “estén finalizadas antes del 1 de septiembre de 2015”. Justo antes de comenzar el próximo curso.

            Esa obra incluiría reparar la cubierta y lucernario del edificio principal, “aquejado de goteras y cuyo estado preocupa a la comunidad educativa tanto o más que el pabellón”. El comunicado recuerda el “peligro de caídas en pasillos y escaleras por charcos de agua con más de 500 alumnos desplazándose”. El centro urgió la rápida actuación de la autoridad y recibió ese compromiso de abordarla “de forma eficiente y definitiva” antes del 1 de septiembre.

            En cualquier caso, la dirección y el AMPA advierten que permanecerán alerta para que estas promesas sean cumplidas. “No cejaremos en nuestro empeño hasta solucionar esta grave situación que tanto daño nos ha hecho”.