El periodista Juán José Sánchez habló de sus periplos en el Camino de Santiago  Foto. GACETA

         Aurelio Maroto

         El idilio de Juan José Sánchez Manjavacas con el Camino de Santiago es una historia de amistad rehecha. Incapaz de soportar no hablarse con dos amigos de la infancia por un problema puntual, un día dijo basta y les propuso limar asperezas. Hablaron y acordaron hacer el camino apostólico. “Ahora somos mucho más amigos que antes”.

         El periodista de Campo de Criptana cerró las IV Jornadas Santiaguistas de La Solana con una entretenida charla en el aula San Juan de Ávila de la Casa de la Iglesia, donde relató su amplia vivencia como peregrino. “Es una experiencia que engancha” –afirma-. Aunque ha hecho el camino hasta 5 veces, confiesa que todos son distintos, “he pasado por los mismos sitios y siempre encuentras cosas y experiencias nuevas”.

         Juan José Sánchez es un veterano de la ruta compostelana, y sin embargo cada año tiene mucho de nuevo para él. No para de conocer gente, culturas e historias increíbles “¡Una vez hice el camino con un japonés budista!” –relata-. En efecto, calcula que hasta siete de cada diez peregrinos son extranjeros. Pero da lo mismo, rumbo a Santiago nadie es más que nadie. “Allí todos somos iguales, no hay clases; el peregrino no exige nada en el camino, va con el corazón abierto”.

         A nivel personal, el Camino de Santiago le ha cambiado en muchas cosas. “Sin duda, te ayuda a esforzarte más en el día a día, a ser mejor con tu familia, con tus amigos, con ese vecino con el que no te llevas del todo bien…”.

Eso sí, prefiere hacer el camino solo, sin acompañantes. La razón es sencilla: “haces lo que quieres y, en realidad, nunca vas solo”. Dice que te acompaña la gente, con la que entablas en seguida relación, y sobre todo llevas otra compañía, “Santiago siempre va contigo” ¿Una razón para hacer el camino? “Hay tantas…”.

El solanero Antonio Serrano dirige la Coral y Rondalla "Esteban Guijarro"    Foto: GACETA

   Con la música de la Coral y Rondalla Esteban Guijarro y la poesía de los poetas que han ofrecido sus composiciones al Apóstol en el día de su fiesta de 2009 a 2014, se cerraron las IV Jornadas Santiaguistas, organizadas por la Hermandad de Santiago.

La parroquia de Santa Catalina fue el lugar en el que se celebraron los últimos actos, que comenzaron con la celebración de la misa en la que la parte musical estuvo a cargo de la rondalla y coro Esteban Guijarro de Torre de Juan Abad, que dirigida por el solanero Antonio Serrano Montoya ha querido participar desinteresadamente.

   Finalizada la misa daba comienzo el recital poético y musical, que se inició con los poemas Martirio de Santiago Apóstol de Santiago Romero de Ávila y Peregrinos de Dios por el mundo, de Rosa Marín Sánchez, comenzando la participación musical con la interpretación de Ojos de España, Titanic y Ay Marinera.

   El segundo bloque musical lo ocuparon los poemas La Verdad, de Luis Díaz –Cacho y Te puedo ofrecer, de Luis Romero de Ávila, interpretando la coral y rondalla los temas Elsa, El Peregrino y La muerte no es el final.

   Los poemas Ofrenda poética al Apóstol Santiago de Antonia Peinado y En honor a Santiago Apóstol, de Julián Mateos de la Higuera, cerraron la parte poética, mientras que la musical la pusieron los temas Salve Rociera, Yo tye diré y Campanas de Santiago, recibiendo todos los participante fuertes aplausos al concluir cada una de las interpretaciones.

El acto fue conducido por el secretario de la Hermandad Paulino Sánchez, quien a lo largo de su intervención recordó que se habían querido unir las devociones a la Patrona Virgen de Peñarroya y al patrono Santiago Apóstol, que apareció especialmente iluminado en el retablo del altar mayor, agradeciendo asimismo la asistencia al acto de los directivos de la Hermandad de Santiago de Almagro.

   Por el presidente de la Hermandad de Santiago, Juan Rodríguez Rabadán, se entregó a la coral una placa, concluyendo con un bis musical y una posterior convivencia con los organizadores en las dependencias de la Casa de la Iglesia.