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Teatro Montiel Afammer

Afammer puso el epílogo al ciclo teatral    Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La III Muestra de Teatro “Campo de Montiel” finalizó con otra demostración de lo que los grupos aficionados de La Solana y comarca son capaces de hacer. En clave de comedia, valiéndose de montajes fáciles de digerir y sin mayores ambiciones dramáticas, se dio carpetazo a una edición que ha contado con el beneplácito del público. Eso sí, también ha quedado claro que mucha gente acude por apego, más que por afición. De lo contrario, es difícil entender que las funciones de los grupos locales hayan tenido grandes entradas de público en el Tomás Barrera, todo lo contrario que ha sucedido con los de fuera. Pero el teatro humilde ha vuelto a triunfar gracias a esta iniciativa que en 2012 puso en marcha la concejalía de Cultura.

 

Teatro Montiel ACAZ

La ACAZ tuvo sesión doble       Foto: GACETA

 

El último fin de semana arrancó con la Asociación Cultural “El Callejón”, de Ossa de Montiel. Puso en escena A divorciarse tocan, un juguete cómico de los años 30 que ya hablaba del polémico divorcio en la España de la II República. La directora del grupo albaceteño, Sol Méndez, explicó que sólo hacen obras divertidas, “somos cómicos y queremos entretener, no tenemos otra aspiración”. Hacen un estreno anual en su pueblo, que también llevan a Albacete capital. Pero corren malos tiempos para el teatro y no tienen apenas recursos, “antes hacíamos quince actuaciones en un verano y ahora apenas nos llaman”. Por eso valoró esta iniciativa del Ayuntamiento solanero.

Teatro Montiel El Callejón

La compañía "El Callejón", de Osa de Montiel, escenificó un sainete   Foto: GACETA

El domingo se cerró el ciclo con doble sesión. La sección teatral de la ACAZ escenificó El agua milagrosa, un sainete de los Quintero elegido “para que la gente simplemente se ría, que es lo que nos hace falta”, según dijo Vicente González Horcajo, que interpreta el papel del párroco que tiene una fuente con un agua que, supuestamente, permitirá concebir a una mujer incapaz de tener hijos. “Se trata de que nos lo pasemos bien y promocionemos el teatro, que es una de las mejores artes que hay”. El joven actor no ocultó su afición por la interpretación y espera que sigan contando con él.

También actuó el grupo teatral de Afammer, con dos sainetes disparatados de Carlos Arniches: Los ricos y Los ateos, que Mari Carmen Rodríguez-Rabadán adaptó en una sola representación. Cuenta la realidad socio política y el sentir religioso de su tiempo, que para nada ha perdido actualidad. “Son temas que aunque tengan un siglo permanecen vigentes”. De hecho, en la obra uno defiende que la riqueza se hace trabajando y esforzándose, y otro robando y de mala manera. Vamos, lo mismo que hoy en día.

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