Manuel Infante destacó los valores de la Carta de Santiago             Foto: GACETA.

         Aurelio Maroto

         La carta de Santiago Apóstol es una demostración de que la historia de repite. La escribió hace miles de años y no ha perdido un ápice de actualidad. El manuscrito habla de moralidad, corrupción, ricos y pobres… o sea, lo mismo que hoy en día podría escribir cualquiera.

“Es una carta muy actual que invita a los cristianos a ser coherentes con su fe, no sólo a serlo por aparentar”. Son palabras del párroco de San Juan Bautista de la Concepción, Manuel Infante, que abrió las IV Jornadas Santiaguistas con una charla sobre la célebre carta apostólica, poco conocida de puertas para afuera de la Iglesia, pero muy utilizada intramuros de la institución eclesial.

El aula San Juan de Ávila se llenó para seguir las explicaciones del ponente, que fue presentado por el secretario de la Hermandad organizadora, Paulino Sánchez. El párroco es un hombre que destaca por su defensa a ultranza de los segmentos más desfavorecidos de la sociedad. “La carta de Santiago dice cosas que se pueden aplicar hoy en día, entre ellas que la fe se demuestra con obras, no con apariencias”.

Manuel Infante recuerda que el antiquísimo manuscrito, única carta del Nuevo Testamento, explica con mucha claridad que no debemos permitir hacer daño a la gente y que la riqueza no es buena porque te aparta de la realidad. Como dijo el propio Apóstol, “la fe sin obras es una fe muerta”.

En este sentido, valoró la actitud del Papa Francisco, cuyo discurso va en ese camino. “Este Papa ha cogido con vehemencia los valores de la carta de Santiago, tiene la cualidad de ir a lo fundamental porque sabe que hay cosas que mejorar, sin rodeos ni diplomacias”. Se mostró muy cercano a ese pensamiento porque “está siendo voz de muchas cosas y no permite que se den determinados comportamientos”.