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-CRUZ ROJA-LETUR-2-

Los senderistas disfrutaron de bellos paisajes como estos

Una nueva ruta de senderismo se organizó por Cruz Roja de La Solana, en concreto a Letur, en la Sierra del Segura, en esta ocasión acompañados también por otras personas de las localidades de Manzanares, Infantes y Albacete.

La ruta fue de unos 13-14 kilómetros alrededor de las huertas de Letur. Un vestigio de un pasado donde la agricultura de la zona era el principal sector económico y fuente de ingresos y autosuficiencia.

Este paseo comenzó en el camino histórico de Férez para, posteriormente circundar toda la huerta de Letur. En el tramo intermedio pasaron por las faldas del Monte Regalí, frontera meridional del río Segura.

Una vez llegado al arroyo de Letur, pasando por el molino de papel y la subida hacia Letur por el camino de Cantalares.
Desde tiempos inmemoriales, este asentamiento ha fascinado a todas las culturas que han pasado por él, desde el Paleolítico al Neolítico, más tarde romanos, árabes y cristianos. Todos han dejado huella en los variopintos parajes de su término municipal formado por las aldeas de La Abejuela, la Dehesa de Iznar y la Sierra del Zacatín.

Pero la cultura que más ha influido en la fisonomía actual de Letur ha sido la musulmana. El trazado urbano es de tradición árabe, ocupado y habitado posteriormente por los repobladores cristianos que vinieron tras la Reconquista, ambas culturas convivieron hasta bien entrado el siglo XVI, como se pone de manifiesto en los lugares y rincones del pueblo donde se conservan hornacinas con algunas imágenes religiosas (Santiago Apóstol, Virgen del Pilar) ubicadas en los barrios cristianos. Letur es una villa mudéjar: los mudéjares eran los árabes que vivían en territorio cristiano, y dejaron su impronta y recuerdo en arcos y artesonados, alcantarillado, sistemas de regadío como acequias, balsas de riego, hormas.

Es uno de los mejores conjuntos islámicos conservados de la provincia de Albacete, por eso en 1983, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
De calles tortuosas y estrechas, con adarves, cuestas, portales con sus arcos de piedra que dan acceso a las viviendas, callejones, huertos, acequias, peñascos y fuentes, charcos de agua como la piscina natural de Las Canales y miradores como el de La Molatica. Todo Letur es un conjunto arquitectónico realizado en tapial, a base de tierra, agua y cal, junto con piedra, madera y caña, con grandes muros blancos de escasa decoración, arremolinado en torno a la plaza, que es la parte más alta de la villa. Las calles están adornadas con una rejería característica de herreros autóctonos, y puertas de madera peculiares.
Letur esta declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad desde 1998 por las numerosas muestras prehistóricas que se encuentran en sus alrededores.

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