El párroco Benjamín Rey bendijo un azulejo de San Cristóbal en la Estación de Servicio      Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         La Estación de Servicio “Galanes” ha cumplido un año y el resultado no puede ser más positivo. La joven cooperativa de transportistas, que abrió la gasolinera hace ahora doce meses, admite que el surtidor funciona mucho mejor de lo esperado. De hecho, agradecen el apoyo que están teniendo por parte de los solaneros en general.

         Este sábado, 9 de agosto, la cooperativa celebró su primer aniversario de vida con una comida de hermandad entre los socios, a la que también se sumaron familiares y algunos amigos. Además, a mediodía se bendijo un azulejo con la imagen de San Cristóbal y los clientes que acudieron a repostar fueron obsequiados.

         La prensa local habló con tres directivos de la nueva sociedad, todos transportistas profesionales autónomos. El secretario, Juan Alfonso Moya, reconoció la excelente evolución del surtidor desde su apertura, “teníamos un previsión de venta asegurada entre los socios, pero el cliente de la calle ha respondido mucho mejor de lo esperado, superando nuestras expectativas”. Lo achaca al precio más barato que ofrecen, “la gente mira el bolsillo y si se puede ahorrar unos céntimos, lo hace”. Recordó que algunas semanas han tenido el gasoil entre 10 y 12 céntimos más económico por litro y cifró en un 60% el combustible que venden fuera de los socios.

         El presidente de la cooperativa, Agustín García de Dionisio, no duda en calificar de extraordinaria la evolución de la gasolinera. “Nunca pensaba el resultado que está dando; aquí nos beneficiamos los socios y también el pueblo”. Al respecto, el vicepresidente, Santiago Poves, puso números al ahorro que los afiliados están consiguiendo como transportistas autónomos, “entre siete y ocho mil euros al año de media, como mínimo; la verdad es que se nota mucho”.

El sector, igual o peor

         Es visión optimista cambia cuando les preguntamos por el momento actual del sector. Los profesionales del volante tuercen entonces el gesto y son rotundos: “esto no mejora, estamos igual o peor” –nos dice el Agustín-. “Será el Gobierno quien se lleve los brotes verdes que dicen algunos”. Afirma que este año los beneficios que te deja el camión han caído un diez por ciento porque hay más impuestos. “De aquí a 2016 nos quieren meter en estimación directa y no sé quién podrá sobrevivir”. Esta medida –dice- no permitirá beneficiarse del IVA y vaticina que desaparecerán “del quince al veinte por ciento de los transportistas en España”. Si le añadimos que los portes continúan al precio de hace 8 años y los gastos de mantenimiento e impuestos no paran de subir, la situación pinta bastos.

         Por si fuera poco, se sienten discriminados. “A un agricultor lo ayudan para plantar viñas o le pagan diez céntimos por litro de gasoil y préstamos al cero por ciento para maquinaria, mientras nosotros lo pagamos al ocho por ciento” –se lamentan-. Santiago Poves considera ridícula la ayuda de un céntimo por litro con un tope de 80.000, lo que les supone unos 800 euros de ahorro para un gasto de 70.000. “Cuando hablan de esas ayudas no dicen la letra pequeña”.

En cualquier caso, no critican que se apoye con fondos públicos a otros sectores como la agricultura o la pesca, sino que ellos no sean considerados igual. “Somos un sector estratégico”. Lamenta que en España no pase como, por ejemplo, En EEUU. “Allí el Gobierno negocia primero con los transportistas, antes que con nadie; saben que pueden paralizar el país cuando quieran, igual que nosotros”.