Rafa Cortés y Seve posan con su nueva camiseta junto al presidente amarillo, Ángel Lara.          Foto: GACETA

        Aurelio Maroto

         Rafa Cortés y Seve son las dos únicas novedades en el nuevo proyecto amarillo, que mantiene la práctica totalidad de la plantilla del año pasado.

El ariete solanero, de 29 años, regresa a casa tras su paso por Daimiel, Tomelloso y Cervantes, y lo hace con una mezcla de ilusión y reto. La temporada pasada no le llamaron y supuso una decepción para él, circunstancia que aumenta sus ganas de volver a ganarse a La Moheda. En su presentación oficial como nuevo jugador amarillo, dijo que la única espina clavada que tiene es haberse quedado a un punto del ascenso en su último año en La Solana. Afirma que el potencial del equipo es muy grande y ve con buenos ojos los cambios tácticos que está introduciendo el nuevo entrenador, Ángel Izquierdo, al que conoce muy bien.

         Su presencia en el ataque amarillo junto a otro gallo como José Ramón Naranjo no le inquieta. El entrenador ha dejado claro que ambos son compatibles y que jugarán juntos muchos partidos.

         El portero Seve, procedente del Cervantes, afronta su primera gran oportunidad de jugar en un equipo con aspiraciones. A sus 26 años, el jugador de Membrilla admite que siempre soñó con jugar aquí, “siempre tuve la ilusión de jugar en este campo y con esta afición”, dijo en su presentación. Seguro bajo palos, muy sobrio y bueno con los pies, igual que Toni Huertas, es un cancerbero muy del gusto de Ángel Izquierdo. Por eso lo ha llamado.

         De momento, la plantilla está cerrada con 18 jugadores. El técnico dice que no necesita más y que cualquier eventualidad será cubierta con alguno de los juveniles que ya apuntan alto. Pero nadie descarta alguna sorpresa.