La hermandad, satisfecha mientras terminaba la procesión de llegada                                        Foto: GACETA

        Aurelio Maroto

         Todos queremos la lluvia, que se resiste a venir esta primavera, pero todos querían buen tiempo para el fin de semana, sobre todo los directivos de la Hermandad de San Isidro. Al final, el sol lució radiante para celebrar la fiesta del Labrador, y eso permitió llevar a mucha gente a las inmediaciones de la ermita para vivir dos días muy intensos, con la participación como denominador común. El mejor ejemplo fue la recaudación final por todos los conceptos. La cofradía recogió 8.289 euros, 965 más que el año pasado. La polémica estuvo en los menores conduciendo tractores en la procesión de llegada.

         Los actos centrales arrancaron el viernes con el pregón. El ex-tesorero de la hermandad, Justo Alhambra Moreno, recibió el encargo de pronunciar el vigésimo primer pregón del Labrador en el teatro “Tomás Barrera”. El Cronista de la Villa, Paulino Sánchez, presentó al pregonero como hombre del campo y de iglesia.

Justo Alhambra -izda- recibió una placa tras su pregón                                               Foto: GACETA   

     Justo Alhambra elogió la figura de San Isidro como muestra de virtudes para crear una sociedad mejor, “fue un hombre ejemplar, bondadoso y atraído por los más necesitados”. Repasó las actividades de cada romería y rememoró sus vivencias en el seno de la directiva, donde aprendió las virtudes del compañerismo, “fomentemos la cercanía entre nosotros, el respeto, la crítica constructiva sin pensar que somos mejores que los demás”. También apeló a la importancia del oficio de agricultor. “Debe ser una respuesta a nuestros pueblos, luchando por buenos productos, de calidad, y que el valor añadido se quede aquí”. Cree que es la mejor manera de encontrar trabajo a garantizar el futuro.

         Después se entregó el título de Agricultor Ejemplar a Juan García-Cervigón, que expresó su gratitud e hizo un llamamiento a los jóvenes para seguir tirando del carro. Por su parte, la familia Delgado Merino pujó por el bastón de Hermano Mayor, que recibió un hijo. El grupo Salsa Flamenca ofreció un pequeño recital de baile como colofón al pregón.

         La romería comenzó en la mañana del sábado con el traslado del santo a la ermita. A lomos de su carrete y acompañado por un buen número de vehículos, la imagen llegó al santuario para comenzar un fin de semana intenso de actividades y muy concurrido. Cientos de romeros llenaron las inmediaciones sábado y domingo y muchos participaron en los numerosos concursos y torneos preparados. También se llenó la ermita para la misa dominical, oficiada por el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey. Un buen ejemplo de esa participación es que el sábado se repartieron 400 tostadas y 30 litros de café, y el domingo 1.200 bollos dulces y 120 litros de chocolate. También se repartieron 170 números para coches y 85 para tractores.

         La puja alcanzó los 5.189 euros de recaudación, más 650 euros de donativos anónimos. A ese dinero hay que añadir las pujas en Radio Horizonte para el bastón, estandarte y llevar el santo, que aportaron otros 1.900 euros. Con los 550 euros del cepillo hacen un total de 8.289 euros, superando en 965 lo recogido en 2013.

         El domingo por la tarde partió la comitiva hacia La Solana, adonde llegó sobre las 9,30. Ahí comenzó la procesión hasta la Plaza Mayor, acompañada por la Banda de Jesús Rescatado, representantes de hermandades y cofradías y autoridades encabezadas por el alcalde, Luis Díaz-Cacho. Los vehículos fueron desfilando mientras eran bendecidos delante de San Isidro en su carroza ante el pórtico de Santa Catalina.

         En declaraciones a la prensa local, el presidente de la hermandad anfitriona, Rafael García-Abadillo, expresó su total satisfacción por el resultado de la fiesta, “he visto más gente que el año pasado y estamos muy contentos con el ambiente de todo el fin de semana”. Cree que el buen tiempo ha sido clave, “el año pasado hizo frío y eso siempre retrae a la gente”.

Menores al volante de tractores

Preguntado por el hecho de que muchos menores de edad, incluso algún niño, se vieran conduciendo tractores en la llegada a la Plaza Mayor, repleta de gente en ese instante, fue rotundo: “no lo veo bien, los padres estamos educando mal a nuestros hijos y somos responsables”. Admite que, además de ser ilegal, es peligroso. “Los padres somos muy blandos, yo el primero”. “Luego diremos que la autoridad es mala si denuncia”. Eso sí, nadie pareció hacer nada por evitarlo.