Donantes este jueves en el Centro de Salud                                                                      Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Pocos tópicos son más reales cada vez que se usan que aquel que dice “donar sangre, es donar vida”. Los donantes, en consecuencia, son los culpables de que muchas gente, hoy mismo, siga viviendo. Así de simple. Y La Solana es una población entregada y solidaria. Lo dice Julián Arenas, médico del banco de sangre de Ciudad Real, que ha participado esta semana en una de las cuatro visitas anuales del equipo de extracciones a nuestra ciudad.

         “La Solana tiene normalmente un nivel de donaciones importante”. Más de doscientos vecinos se acercan cada campaña a ofrecer su plasma sin pedir nada a cambio. Eso sí, el hecho de que el primer día coincidiera con el entierro de la sardina, diezmó la asistencia, “la media diaria está en setenta u ochenta y vinieron cuarenta y tantos”. Pero se compensó al día siguiente.

         El abanico de edad que responde a la llamada es muy amplio. Abarca de los 18 a los 65 años, aunque gran parte de los donantes se sitúan en el segmento de los 40 a 45 años. Además, muchos destacan por su lealtad, “son muy fieles; hay hombres que donan las cuatro veces que pueden hacerlo al año, y mujeres que donan las tres que pueden”.

         El doctor Arenas es optimista respecto a la renovación de donantes nuevos. “Hay cantera; muchos empiezan a los 18 o 19 años y son los que más interesan porque tienen una vida muy larga para donar”. En este momento no falta el plasma en los bancos hospitalarios, aunque tampoco faltan rachas de escasez, sobre todo de algún grupo sanguíneo concreto. Naturalmente, el cero negativo, o donante universal, es el grupo estrella que todos buscan. Pero los bancos reciben con los brazos abiertos cualquier grupo.

         Sabemos que España es líder en donaciones de órganos. Según el galeno, también somos punteros en donación de plasma, “somos un país concienciado y solidario a la hora de dar sangre”.