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 Juan de Lara terminó serio y se autoculpó

Juan de Lara terminó serio y prefirió autoculparse                    Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Toni Huertas, Juli, Juanma, Sancho, Michel, Javi Núñez, Mini, Almarcha, Pitu, Jesús Bueno y Naranjo. En la segunda parte salieron Jose López, Matías, Tore, Nico y Jose.

San José Obrero: Mantecón, Pinedo, Jorge, Collado, Monti, Semprún, Sabih, Pedro, Rober, Butra y Gil. También jugaron Pitu, Raúl, Val y Dani Mora.

Árbitro: Gutiérrez Díaz. Amonestó a los locales Mini, Jesús Bueno y Mini, y al visitante Monti.

Incidencias: Tarde fría en La Moheda. Unos 500 espectadores.

0-1          m.3 Pedro

0-2          m.25 Monti

0-3          m.30 Rober

1-3          m.39 Pitu

2-3          m.49 Pitu

2-4          m.56 Juli, en p.p.

2-5          m.63 Collado

Comentario:

Derrota sin defensa, sí. El titular se puede entender de varias formas, y todas son acertadas. La Solana de ayer fue un coladero, sin más. Se echó una siesta y recibió una sonora bofetada. Difícil entender cómo un equipo puede pasar de hacer un juego excelso a convertirse en un juguete con el muelle roto de una semana para otra. El San José Obrero, un señor equipo, pisoteó a los amarillos, y lo que es peor, delante de su propia gente. Una afición que, incrédula, no tuvo un reproche para los suyos. De momento, tiene memoria.

El 2-5 sólo se puede entender desde una óptica retrospectiva. Los amarillos tienen un serio problema defensivo, sobre todo en casa. O es casual haber recibido 13 de 18 goles en La Moheda. Naturalmente, no. Ayer quedaron al aire dos lastres importantes. Uno, el mal balance defensivo; otro, una horrible armadura en los balones aéreos. A saber, el 0-1 llega en juego dinámico y por el centro, en un clamoroso robo de cartera, y el 0-3 en una contra donde Javi Núñez se ve obligado a salir a destiempo para cortar, sin éxito, y el San José culmina con maestría. Entre tanto, el segundo, el cuarto y el quinto llegaron en tres saques de esquina. ¿Coincidencia?. Imposible. Simplemente mala colocación.

En una palabra, La Solana carbura mal cuando necesita llevar el peso del partido. La transición defensiva falla. Y en la estrategia es urgente encontrar la bacteria. A todo esto hay que unir errores de bulto, como el despiste de Sancho que dio origen al córner del 2-4, justo cuando Pitu había hecho el segundo, y una tarde aciaga de Toni Huertas.

Amén de lo dicho, el San José Obrero dejó estela de gran equipo. Serio tácticamente, preciso en la ronda de pases y rápido en la proyección a la contra. Ni siquiera cuando La Solana acortó distancias hasta el 2-3 dio un paso atrás. Si no marcó dos o tres más fue por falta de puntería. Se hace difícil recordar un calvario mayor para los locales en la última media hora de partido.

Juan de Lara compareció ante la prensa con gesto serio. Hasta ahí, nada anormal. Pero sí sorprendió su insistencia en autoculparse. Declaró que no estuvo acertado en el planteamiento y que se equivocó cuando, con el 2-3, arriesgó dejando al equipo con tres defensas. En efecto, quedaban 35 minutos y el San José había dado muestras de desparpajo en las salidas. Pero el cuarto, como el quinto, no llegaron precisamente por acciones de superioridad en el contragolpe.

Fue la forma del joven técnico solanero, tantas tardes acertado en sus decisiones y en sus soluciones sobre la marcha, de intentar proteger a sus futbolistas tragándose el sapo entero. Pero no cuela. Después del subidón ante el Isso, llegó el temido bajón. Y es que el mejor escribano echa un borrón. No conviene olvidar que La Solana sigue siendo el líder.  

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