Imprimir 

 

 Bodegas Romero de Ávila

Remolques esperando descargar en Bodegas Romero de Ávila

        Aurelio Maroto

         La vendimia del año pasado pasará a la historia por el alto precio de la uva. La actual también será histórica, pero por la gran cantidad de cosecha, y porque empezará y terminará muy tarde. Los precios, desde luego, serán mucho más bajos, aunque el problema está en las bodegas, que podrían ser incapaces de absorber toda la uva que les llega.

         Estamos en el ecuador de la campaña, si acaso, y la lluvia ha llegado en el peor momento posible. Muchas cuadrillas han echado el freno por obligación. Otras, siguen removiendo el agua en las pámpanas para aprovechar el tiempo. El miedo a la pudrición está ahí, aunque tendrían que prolongarse los aguaceros para afectar seriamente al fruto.

Radio Horizonte ha hablado con Santiago Romero de Ávila, productor y bodeguero propietario de Bodegas Romero de Ávila Salcedo, que admite la preocupación existente “hay riesgo de pudrición y la vendimia es muy penosa con el campo mojado”. Asegura que la cosecha se va a prolongar mucho “hasta el veinte de octubre, o más”, porque comenzó muy tarde y será muy grande.

Romero de Ávila cree que será un 40 por ciento mayor que el año pasado “podríamos pasar de 34,5 a 48 millones de hectolitros”. Ahí está el inconveniente, “las bodegas tenemos problemas de espacio para coger toda la uva”. No es una cuestión baladí, ni mucho menos. De hecho, tanto su bodega como la cooperativa Santa Catalina cerraron la jornada del domingo por razones logísticas. No es una cuestión de tecnología, “tenemos las mejores bodegas de Europa”, sino de capacidad. No descarta que no quede uva sin sitio donde meterla.

A pesar de que el fruto está llegando con una gran calidad a la báscula, tanta cantidad ha provocado una caída sensible del precio en tablilla. Si el año pasado llegó a pagarse a 5,25 pesetas, este año no supera las 3,10. También baja el mosto, que pierde precio cada día que pasa.

Ir a producción, un error

Santiago Romero de Ávila también reflexiona sobre el futuro del sector vitícola si nada cambia. Aboga claramente por limitar la producción, “aquí hemos ido a producción y creo que no es el camino correcto”. Quien tenga espaldera saldrá adelante –vaticina-, no así el que apueste por el vaso y de secano. Tiene claro que es necesario cambiar los sistemas de cosecha.    

Usamos cookies para mejorar su experiencia en nuestra web. Más información en: Guía de uso de las cookies.

  Acepto el uso de las cookies en este sitio.