Esteban Molina -en el centro- durante la novena del miércoles                         Foto: GACETA

        Aurelio Maroto

         El predicador del novenario a la Virgen de Peñarroya, Esteban Molina, apela a practicar el cristianismo cada día, no sólo en fechas señaladas como estas. El que fuera párroco del San Juan Bautista de la Concepción está centrando su mensaje en la necesidad revisar la vida cristiana de cada cual y preguntarse hasta qué punto Dios cuenta.

         Invitado por su homólogo de la parroquia de Santa Catalina, Benjamín Rey, para predicar la novena mariana, el ahora párroco de Torrenueva ha vuelto a La Solana con enorme ilusión “es como volver a tu tierra, a tu casa y con tu gente; es algo muy familiar”.

         No oculta que está viviendo esta semana de novenario con gozo no sólo por regresar al pueblo donde ejerció su ministerio durante 18 años, sino por comprobar la devoción que arrastra la Virgen de Peñarroya “es sorprendente que atraiga tanto y tenga La Solana a sus pies en este tiempo de ataques a la religión y a la iglesia”.

         En sus homilías, el sacerdote natural de Alcubillas dijo que venía a “renovar nuestro compromiso con la fe y a decir que si somos cristianos lo seamos siempre”. Esas fueron sus primeras palabras al iniciarse la misa del día ante una parroquia de Santa Catalina repleta de fieles.

         Después de cuatro años trabajando en su nuevo destino, en la parroquia Santiago el Mayor de la localidad de Torrenueva, asegura que se siente plenamente adaptado y contento donde está. Eso sí, admite que para él fue una alegría cuando su colega Benjamín Rey le invitó a predicar esta semana en honor al regreso de la Patrona solanera “parece que no me he ido de La Solana” –concluyó-.