Verónica Lozano recibió una placa por representar a La Solana en "A tu vera"                   Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La copla española y la música de los años ochenta amenizaron la Plaza Mayor la noche del viernes con dos partes muy diferentes. En primer lugar, el público disfrutó con las canciones en directo de Verónica Lozano, Cristina Torres y Rafael Garcel, dando paso a la música disco de la década ochentera para otro tipo de concurrencia.

La velada comenzó con las actuaciones copleras y flamencas, abriendo el espectáculo la cantante Cristina Torres. La que fuera participante en el programa televisivo “Se llama copla” deleitó al publico son diversos temas popularizados por Rocío Jurado, además de otras canciones de copla española. La artista deseaba agradar en su presentación como solista, si bien ya había actuado anteriormente en la localidad acompañada de orquesta.

Seguidamente intervino la cantante Verónica Lozano, que recibió una placa conmemorativa por su victoria en el programa “A tu vera”, siendo entregada por el alcalde Luís Díaz-Cacho y el concejal de cultura Luís Romero de Ávila. La intérprete señaló estar muy a gusto en “su” pueblo, agradeciendo el detalle recibido por las autoridades locales. Destacó la buena acogida de la gira veraniega y del buen momento que está atravesando artísticamente hablando.

Rafael Garcel cerró el concierto en directo interpretando las canciones más emblemáticas de Antonio Molina. El artista malagueño se mostró muy contento por actuar en las fiestas patronales, argumentando que se siente muy querido por el público solanero.

Los años 80 fueron protagonistas en la noche del viernes                                                                     Foto: GACETA

Fiesta ochentera

La segunda parte de la noche tuvo un carácter retro a través de la música de la década de los ochenta. La actividad organizada por el Ayuntamiento solanero recordó los temas más sonados de las bandas nacionales e internacionales de entonces, con especial atención a los grupos de la “movida madrileña”.

Sobre el escenario se instaló una pantalla en la que se proyectaron imágenes de las estrellas ochenteras, mientras las go-gos animaban a los asistentes bailando las canciones. También hubo un imitador del inigualable Michael Jackson, y un concurso de disfraces para quienes quisieron acudir ataviados con la moda de los ochenta.

Muchos asistentes rejuvenecieron por momentos, recordando una de las etapas más destacadas del pop-rock, en una velada que se prolongó hasta las tres de la madrugada.