José Carlos Padilla -izda-, Antonio Muñoz y Pedro López en plena actuación                       Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Los Vecinos crecen y alcanzan la media docena. Por eso, muy pronto se harán llamar “El sexto flamenco”, por aquello de que son seis. Lo que no cambia es su esencia porque el flamenco continuará siendo su seña de identidad. La noche del lunes volvieron a exhibir su arte en la Plaza Mayor.

Dos guitarristas, dos cantaores y dos bailaoras formaron el elenco en una actuación que reunió a muchos aficionados en la última noche oficial de feria. Hubo cante, baile y música para deleite del respetable. Fandangos, alegrías, sevillanas y algunas canciones populares se fundieron en un todo durante el espectáculo.

El cantaor José Carlos Padilla era uno de los debutantes. Había cantado en acto público una sola vez, coincidiendo con una merienda de la Asociación de Mujeres, aunque lleva tiempo ensayando. Es joven y canta desde muy pequeño. Un día, Los Vecinos fueron a verle. Había aprendido guitarra con Pedro López y su compañero Antonio Muñoz le propuso ensayar con ellos. José Carlos aceptó y comenzó a adaptar su voz al cante flamenco. Su experiencia se limitaba a encuentros improvisados “cantaba en los corderos y en algunas fiestas con los amigos”. En ese ambiente conocían su afición, pero nada más. Hasta su debut de este lunes 29 de julio, su bautizo de fuego ante el público en la Plaza Mayor.

Pedro López, su mentor, cree que José Carlos es un claro ejemplo de la afición que hay en La Solana al flamenco “hay mucha gente que canta pero pocos se deciden a aprender de verdad y salir en público”. El nuevo valor tiene condiciones, talento natural y buena voz. Además, sabe tocar la guitarra y eso le ayuda a entender mejor el flamenco. En su opinión, sólo le falta confianza en sí mismo”. Lo mismo dice de Mari Carmen Garrido, la otra vocalista del grupo “cantaba otras cosas y la vamos metiendo poco a poco en el flamenco; tiene una voz fina y potente”.

Junto a los guitarristas Pedro López y Antonio Muñoz, y a los cantaores José Carlos Padilla y Mari Carmen Garrido se unen las bailaoras Ángela Naranjo y Rocío Moreno, dos jovencísimas entusiastas que les encanta bailar delante el público. Lo dicho, son media docena de aficionados con una mezcla perfecta de veteranía y juventud. “El sexto flamenco” parece tener buen futuro.