Aurelio Maroto

         Lulo Producciones intenta que sus obras sean para toda la familia, pero en el más amplio sentido de la palabra. Muchas veces, los padres llevan a sus hijos al teatro pero lo hacen como meros acompañantes. La compañía hellinera no quiere eso, sino que los progenitores se metan de lleno en la obra y extraigan su propia moraleja. Así es “Chiquilladas”, un espectáculo incluido en la programación de otoño del Área de Cultura, que exhibe sin tapujos las violencias que se generan en las familias de a pie. Es una crítica sobre la manera de educar a nuestro hijos, auque en clave de humor.

         Aunque la asistencia al teatro “Tomás Barrera” fue escasa, apenas un centenar de espectadores, salieron pensativos y reflexivos sobre lo que terminaban de ver en escena. “Chiquilladas” cuenta la historia de una productora televisiva que busca niños traviesos para un nuevo programa. El casting elige a Lola (Patricia Charcos) y Rodri (José María Bañón) como los niños perfectos para ser reeducados mediante eficaces métodos de conducta en un internado especializado.

          El director de la compañía, Alberto Alfaro, declaró que se trata de una obra de alto contenido pedagógico que, entre otras cosas, critica con dureza la programación televisiva para niños “está hecha por adultos y los programas más pedagógicos los ponen entre las 9 y las 12,30 de la mañana, justo cuando no hay niños en casa”. El director reconoce que en “Chiquilladas” utilizan el humor para hacer una crítica ácida a espacios como “Súper Nanny” o “El internado” por que “pretenden cambiar la conducta del niños en lugar de educarlo desde pequeños”.