Aurelio Maroto

     El Promociones Renova Uno se resigna a su suerte. La acumulación de derrotas, que ya suman seis consecutivas, no ha provocado, ni provocará, ninguna reacción especial en el seno del club. El sábado perdió en casa ante el Piedrabuena, colista antes del partido, y que con el que ha intercambiado ese puesto de farolillo rojo, ahora en poder de los amarillos.
     Las declaraciones del entrenador, Ángel Crespo, al término del encuentro no dejan lugar a dudas. Dio por hecho que no se puede hacer otra cosa por que "tenemos mucha juventud a la que hay que dar tiempo para aprender". Desde luego, hay que dar la razón al técnico en este sentido, habida cuenta que la cantera es el futuro y no se debe tener prisas con ella. Hay varios jugadores que están empezando su período de cuajo en una categoría exigente como la 1ª Autonómica y el equipo junior biene pisando muy fuerte. Además, Crespo insiste en que lo verdaderamente importante es garantizar el futuro del club, o sea, el futuro del baloncesto federado en La Solana, sin obsesionarse con la categoría en que uno milite. De hecho, en pretemporada advirtió de que el objetivo no era volver a ascender a Nacional, aplacando así el discurso más optimista del presidente, Damián García-Cervigón.
     Sin embargo, no deja de sorprender el mal momento del equipo. Excepto tres jugadores: los hermanos Nieto y David Vellón, la plantilla es casi una calcomania respecto a la del año pasado. Hay un quinteto titular con Míchel, Pablo, Carlos Plaza, Fernando y Goyo, por ejemplo, que la temporada pasada compitió por la permanencia casi hasta el final de liga. Ahora, en una categoría inferior, el equipo es último y, por consiguiente, coquetea con un posible descenso a 2ª Autonómica.
     La pregunta es ¿estamos ante el ocaso de una generación?. Tal vez sí. La hornada de jugadores solaneros que ascendió al club a 1ª Autonómica y después a 1ª Nacional ha sido única. Ellos han dado los mejores momentos al baloncesto local, con tardes memorables en el pabellón "Antonio Serrano", y en los últimos tiempos en "La Moheda". La concesión del título "Galán" en 2007 constituyó el culmen del reconocimiento público oficial a una trayectoria y a un trabajo magnífico.
     Pero ese tiempo parece haber pasado, y no pasa nada por ello. Los números cantan, y dicen que el CB Renova Uno sufre su mayor crisis deportiva de los últimos tiempos en cuanto al primer equipo, con una razón que ayuda a explicarlo: muchos jugadores sólo entrenan un día a la semana. En una época donde el físico es fundamental para competir, la cuestión pasa factura. Los jóvenes canteranos, auténtico crisol de futuro, deben tener paciencia para progresar, y sus entrenadores y dirigentes para esperar que progresen.
     Dicho esto, lo realmente importante es mantener la ilusión, por encima de los resultados deportivos, que al final siempre es un tema cíclico. La apuesta por los chavales que tan bien lo están haciendo en categoría junior y que ayudan y se cuajan en el primer equipo, debe seguir siendo igual de firme. Ninguna "travesía del desierto" será inútil cuando hay base detrás. Ya volverán los buenos tiempos.