Aurelio Maroto
     Se lo jugó a todo o a nada, y perdió. El FS La Solana quería la victoria, arriesgó para lograrla, pero acabó golpeado por su propia medicina. A falta de pocos segundos para terminar el partido contra el Navalmoral, y con empate a 4-4, Fernando Mena apostó por portero-jugador para buscar superioridad en la ronda de pases y encontrar la grieta que le diera los tres puntos, pero una inoportuna pérdida de balón de Dieguito dejó franco el disparo sin portero a los extremeños para zanjar el partido.
     Fue una auténtica pena por que La Solana mereció bastante más... o tal vez no. Por un lado, los amarillos corrieron, pelearon y crearon infinidad de ocasiones. Por otro, tuvieron mal balance defensivo y fallaron en ataque lo que no está en los escritos. Y, claro, errando tantas ocasiones de gol es difícil ganar un partido de fútbol-sala.
     En realidad, la puesta en escena no fue nada buena. Otra vez hubo que remar a contracorriente. El Navalmoral, que vino a defenderse con orden y esperar su oportunidad, comenzó marcando y llegó a ponerse 0-2. Con mucho sufrimiento y a base de bombardear la portería contraria, los amarillos acortaron distancias. Pero otro agujero defensivo provocó el 1-3, y después el 1-4, con el que llegó el descanso. En la reanudación se vió la mejor versión del FS La Solana, muy metido en busca de la remontada y con mayor acierto cara a puerta. A falta de un par de minutos para el final llegó el empate a cuatro, en pleno acoso local, que ya jugaba con portero-jugador y Bala culminó una buena combinación. El mejor ejemplo del empuje amarillo es que pronto se cargaron con 5 faltas. Fue entonces cuando el riesgo provocó el desastre. El Navalmoral se limitó a aprovechar los regalos de su rival para llevarse un partido en el que ya no creían.
     Esta derrota aleja un poco más al FS La Solana de los puestos de salvación, misión que cada jornada que pasa parece más imposible, si es que algún día hubo de verdad posibilidades de pelear por esa séptima posición. La liga todavía es larga para recuperarse... o para hundirse mucho antes de lo previsto.