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     Aurelio Maroto
     A falta de pan, buenas son tortas. Es lo que piensa el entrenador del Promociones Renova Uno, Ángel Crespo, resignado ante la cuarta derrota consecutiva de los suyos, pero a la vez contento por la actitud de sus jugadores y su capacidad para competir. En realidad, es la conformidad que nos queda ante un equipo que no carbura. Ganó el primer partido de liga ante el Hellín y desde entonces ha contado sus encuentros por derrotas, la última este sábado en el pabellón "La Moheda" frente al Grupo Aimab.
     El choque comenzó mal y la puesta en escena permitió muy pronto a los visitantes abrir brecha. Tanto es así que los amarillos llegaron a ir 20 puntos por debajo en el segundo cuarto. Con esa losa encima sólo quedaba mejorar, y es lo que se hizo en la reanudación, aunque el enemigo siempre fue lo suficientemente sólido como para no dejarse alcanzar.
     Al final, nueva derrota que deja al Renova Uno penúltimo con una sóla victoria, empatado con Socuéllamos y Membrilla, y superando al Membrilla, colista con un rosco en su casillero de triunfos. Pendientes de la recuperación del lesionado Fernando, uno de los pilares por su experiencia y su versatilidad en el esquema táctico de Crespo, el próximo sábado hay visita a Socuéllamos, rival directo en ese furgón de cola. Debiera ser el punto de inflexión para iniciar la recuperación. Pero es necesario ganar para pensar en ello.  

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