Gabriel Jaime

El final del novenario se cerró con la tradicional procesión de la Virgen de Peñarroya por las calles céntricas de la localidad, concluyendo así los actos de bienvenida a la patrona. El acto se celebró el domingo por la tarde con salida y llegada a la Parroquia de Santa Catalina.

Como es costumbre, la imagen de la patrona desfiló por el itinerario de siempre en la procesión que cierra el novenario que estuvo dedicado a un barrio distinto de la localidad cada jornada. Sobre las nueve de la tarde, partía el desfile procesional encabezado por el estandarte y la banda municipal de música dirigida por Ángel Sancho que interpretó diversas marchas durante el recorrido, comenzando con el Himno a la Virgen. De igual forma se escucharon otras partituras como “Tras tu paso madre”, “Reina de las Mercedes”, “San Juan” y “Reina de los Dolores Coronada”, que se fueron intercalando durante el trayecto. Como nota curiosa se acusó la ausencia de la “Caja de la Virgen”. Fue llamativo que no hubiera un sustituto de este instrumento. Seguidamente se contabilizaban numerosos abanderados que bailaron las banderas durante todo el recorrido.

La carroza iba bellamente engalanada y la patrona lucía su vestido color blanco ante la atenta mirada de los fieles que acudieron a verla. En este sentido, la gente se aglutinó en las zonas de la Plaza Mayor, el Cristo del Amor y la Plazuela de la Marquina principalmente, si bien otros tramos de la procesión se encontraban más desiertos. El cortejo procesional también comprendía la presencia de fieles y representantes de las distintas cofradías y hermandades de La Solana, cerrando el desfile los componentes del clero y las autoridades, encabezadas por los alcaldes de La Solana, Diego Gª-Abadillo, y Argamasilla de Alba, Pedro Díaz-Pintado, ya que la Virgen de Peñarroya comparte patronazgo con ambas poblaciones.

Finalizada la procesión y con la imagen en el pórtico de la parroquia de Santa Catalina, el párroco Benjamín Rey pronunció unas palabras en las que habló de un mes donde la Virgen ha aunado “a los que tienen fe, a los que tienen más o menos fe, y a los que no tienen ninguna”.

A partir de este sábado, dos de octubre, ya se podrá visitar a la Virgen en su camarín, cada sábado, en horario de cuatro a siete de la tarde.