Aurelio Maroto
     El primer objetivo es mantenerse, y a partir de ahí, lo que venga. Con esa idea clarificadora nace el nuevo proyecto del CF La Solana, encabezado por José Manzano en la presidencia y Ángel Izquierdo en el banquillo. La palabra ascenso se aparca, al menos de momento. La humildad es la bandera de un club cuya meta es seguir siendo realista en sus ambiciones económicas, y por ende en sus miras deportivas.
     Esos objetivos, en principio modestos, llevarán el sello de la cantera. Aunque habrá jugadores de fuera y el devenir del campeonato irá delimitando muchas cosas, la base será local. En su primera entrevista como máximo mandatario amarillo, José Manzano lo ha dejado claro: "la mayor parte del equipo será local, con jugadores del año pasado y algunos juveniles que suben". Esa apuesta obedece a dos factores fundamentales, uno la apuesta por la gente de la casa, y otro las apreturas económicas que desaconsejan grandes desembolsos.
     El presidente dio el paso al frente por dos razones. La primera "por que no quería que el club pudiera desaparecer". Y la segunda tiene que ver con su hombre para el banquillo "Ángel me animó y creo que está capacitado para llevar el equipo". La plantilla contará con juventud y experiencia, ya que jugadores como Rafa Cortés, Jose López o Capelo, ya renovados, darán oficio a pesar de ser aún jóvenes en edad. Si se logra retener a los Araque, Mini y compañía, además de foráneos que casi se consideran de casa como José Carlos o Pitu, el equipo tendrá un esqueleto interesante para ser completado con varios juveniles que prometen, caso de Almarcha y Juli, y por supuesto varios refuerzos que deberán completar el plantel para iniciar la pretemporada.