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         Aurelio Maroto

        A mayor cualificación, más posibilidades de empleo, y la gente joven es precisamente la que necesitan un mayor nivel de formación. Por eso se han fusionado las carteras de Empleo, Juventud e Igualdad “áreas transversales que unen para dar un sentido estratégico a la Consejería”.  Así opina Luis Díaz-Cacho, el nuevo delegado provincial de Trabajo, Juventud e Igualdad, que ha destacado la oportunidad de juntar las tres competencias por razones de relación entre ambas, pero también, por qué negarlo, por cuestiones de ahorro económico. De hecho, recordó lo que Barreda dijo hace pocos días a propósito de este plan de ajuste “se trata de ganar menos y trabajar más”.

         Díaz-Cacho se reunió ayer mismo con los 27 centros de la mujer y los 4 recursos de acogida de nuestra provincia para comenzar a “ajustar la maquinaria en materia de igualdad”. Pero la juventud es el segmento que más preocupa. Según el delegado, han sido muchos los jóvenes que en tiempos de bonanza económica han salido del sistema educativo. Ahora se encuentran sin trabajo y sin formación, un lastre que los deja a la intemperie laboral. El objetivo es “recogerlos de nuevo para que participen en los programas de cualificación y formativos para mejorar sus posibilidades de empleo”.

         Aunque no se adentró mucho, sí adelantó el proyecto de un plan de empleo juvenil de amplio calado de acuerdo con la reforma laboral que se aprobará próximamente.

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