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     Aurelio Maroto
     Vacío en el CF La Solana... de momento. La Junta Directiva presentó su dimisión en pleno durante la última asamblea, pero el presidente, Manuel Galindo, dejó caer que "si no sale nadie, no tendría más remedio que volver". Es decir, se trata de un adiós con posible fecha de caducidad en poco tiempo, quizás en días. Pero, a día de hoy, es un presidente oficialmente dimitido cuya directiva ha dejado los trastos. Tan sólo se ha comprometido a organizar la siguiente asamblea, que se celebrará este próximo domingo, a la 1 del mediodía, en el auditorio del Palacio Don Diego.
     Se supone que esta semana debiera servir para encontrar alternativa, pero son muy pocos los que confían en que alguien de un paso al frente. Alguien distinto al propio Manuel Galindo, claro está. Y es que el presidente dimisionario dijo dos cosas que resultan clave. Primero manifestó lo siguiente "no me voy harto del fútbol y la espina que tengo clavada no me la voy a sacar con una navaja; pienso volver". Y segundo lo que ya ha quedado escrito en el comienzo de esta crónica, es decir, que no permitirá que el club desaparezca en ningún caso.  
     Ese fue el resumen de un cónclave que, por otra parte, demostró varias cosas. En primer lugar, que el presidente se va frustrado por no lograr el ascenso a Tercera División, objetivo que tenía entre ceja y ceja y para el que ha puesto toda la carne en el asador. Dicho esto, no quiso señalar a nadie en concreto como culpable del fracasado ascenso. En un esfuerzo de autocrítica dijo que "algo habremos hecho mal la directiva cuando hemos fallado". Naturalmente, no exculpó del todo a jugadores y técnicos, aunque dejó claro que los dirigentes siempre son los últimos culpables. Es más, ensalzó a Paco Fuentes, el entrenador que él mismo cesó, del que dijo "es un trabajador nato que además ha ganado muy poco dinero en La Solana". Pero justificó su destitución por que "se estaba escapando el ascenso y algo había que hacer, aunque nos pudiéramos equivocar".
     Desde el patio de butacas y ante unos 25 socios presentes, se señaló al portero, Gabi Moreno, como uno de los culpables por su mala temporada. Manuel Galindo, que pidió a Fuentes fichar otro guardameta ya en diciembre y éste le persuadió de mantenerlo, defendió sin embargo al canterano "seguro que Gabi ha dormido poco esta temporada y lo que le pasó el día del Villarrubia no lo merece nadie". Desde luego, culpar a un solo jugador es tan gratuito como injusto. Pero Galindo sí marcó un partido como clave para su decisión de irse "el día del Teresiano me mató; vi al equipo sin ganas y me vine abajo". Aquella derrota por 0-1 resultó decisiva para perder el tren de la promoción.
     Aún así, admitió que la presión de sus directivos le hicieron recapacitar por momentos. El vicepresidente, Ángel Izquierdo, le pidió hacer un proyecto con una base de jugadores locales y él mismo como técnico. El presidente aceptó e intentó fichar a los solaneros Manolo, Sancho y Michel, que han logrado el ascenso con el Manzanares, dando por hecha la continuidad de los Araque, Jose López, Mini y Rafa Cortés. Pero los tres "manzanareños" rechazaron la oferta y eso acabó de decepcionar a Galindo, aunque comprende que quieran seguir jugando en Tercera. 
     Desde el punto de vista económico, la gestión de esta directiva ha sido sencillamente ejemplar. Se ha cubierto un presupuesto de unos 90.000 euros, sin contar los gastos de desplazamientos, arbitrajes y fichas, que financia el Ayuntamiento. Valga el dato de que sólo en publicidad se han recaudado 36.000 euros, mientras que los ingresos típicos de socios y taquillas sólo han sido 19.000. El resto se ha conseguido con el bar y un sin fin de sorteos, loterías y demás. Pero el club ha sido capaz de pagar una nómina mensual de unos 8.500 euros. En este sentido, el presidente aclaró que todavía queda por pagar medio mes a los futbolistas, una menudencia teniendo en cuenta como están las cosas en la inmensa mayoría de los clubes.
     Caso aparte es el contrato de Paco Fuentes, que incluye una cláusula que le otorga la renovación automática si el equipo quedaba entre los cinco primeros, cosa que ha sucedido. El tema está en pleno trámite, pero Galindo confía en arreglarlo. En cualquier caso, garantizó que si llega una nueva directiva no tiene nada que temer por que "ese tema se lo daremos resuelto y el club lo entregaremos a cero de deudas".
    

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