Gabriel Jaime

Cáritas La Solana afronta con muchas ganas y algo de incertidumbre el Día de la Caridad que se celebra el domingo, con la instalación de diez mesas petitorias y la participación de más de treinta voluntarios. Los responsables creen que el actual estado de crisis económica puede pasar factura en la colecta final, indicando que se han multiplicado los casos de familias que lo están pasando mal en la localidad.

Como es tradicional y coincidiendo con el Día del Corpus, Cáritas se echa a la calle para pedir donativos con el fin de paliar las necesidades de muchas personas en el mundo. Para ello se instalarán diez mesas petitorias en los lugares de costumbre, sumando también las colectas de las eucaristías.

Este año colaboran más de una treintena de personas, en su mayoría mujeres, después de que se haya incrementado el número de voluntarios considerablemente, habiendo realizado un curso deformación básica para ello.

El lema de este año es “si no te convence esta sociedad mercantil, ofrece sin pedir nada a cambio” y según la voluntaria Agustina Martínez se pretende trabajar el valor de la gratuidad para que se intenten hacer las cosas sin ningún fin económico ó lucrativo. Ese será el mensaje a transmitir.

La presente edición del Día de la Caridad contará también con una recogida de firmas por una iniciativa de Cáritas Europa, que ha propuesto para que este 2010 sea el año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social. Así lo explicó la trabajadora social de Cáritas, Angelines Jiménez, asegurando que con esto pretenden erradicar la pobreza infantil en el continente, garantizar un nivel mínimo de protección social, aumentar los servicios sanitarios y sociales y garantizar un trabajo decente para todos.

Lo que sí tienen claro desde Cáritas La Solana es que la situación económica que vivimos puede hacer mella en la cuestación. Al respecto, reconocieron que se han multiplicado los casos de familias, tanto extranjeras como autóctonas, que lo están pasando mal.

El hecho de celebrar la procesión por la mañana, en vez de por la tarde como en los últimos años, no será óbice para mermar los donativos, según argumentaron desde la institución.