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     Aurelio Maroto
     La asamblea general del FS La Solana transcurría por los cauces esperados. La directiva presidida por Luis Enrique Ramírez de Verger había presentado su dimisión una vez detallado el balance deportivo y económico de la entidad. Entonces llegó el punto de presentación de posibles candidaturas y, como era de suponer, no se presentó ninguna de manera oficial. Pero a continuación apareció la figura de Manuel Galindo, actual presidente del CF La Solana, uno de los escasísimos asistentes a la asamblea como aficionado de a pie. De manera sorprendente, expresó su interés por coger las riendas del club en el caso de que nadie se quisiera hacer cargo de él tras la marcha de los actuales dirigentes.
     Sólo fue una declaración de intenciones, ya que no hubo ningún compromiso serio, pero el hecho de que se trate del vigente presidente del CF La Solana es noticia. Cuatro días después de la asamblea, celebrada el viernes en el auditorio del Palacio Don Diego, sigue sin haber nada formal y la directiva dimisionaria deberá convocar nueva asamblea si no aparece nadie, y aunque aparezca, también. Al final, debe ser la asamblea soberana quien proclame al nuevo presidente, sea el que sea.
     A todo esto, Manuel Galindo sigue al frente del CF La Solana y le queda un año de mandato, aunque en su entorno no tienen claro si seguirá. Él mismo ha reconocido que está decepcionado después de no lograr el ascenso a Tercera División, incluso ha expresado su intención de dejarlo. Pero, igual que no está clara su continuidad, tampoco lo está su marcha. Este martes habrá reunión de la Junta Directiva para hablar sobre este particular. Entre tanto, el equipo juvenil todavía permanece en competición y el primer equipo aún tiene una mínima opción de ascender a Tercera División de rebote, aunque lo más probable es que siga en Preferente.
     Se supone que en los próximos días, sino en las próximas horas, debe saberse algo más al respecto de este, sin duda, enigma. Está claro que Manuel Galindo ha pensado en irse, pero a la vez en quedarse, y de repente sorprende apareciendo en la asamblea de otro club y, en vista de un posible vacío de poder, dice "aquí estoy yo" para que esto no desaparezca. La experiencia nos dice que el bueno de Manolo, que se ha dejado la piel para que el CF La Solana recupere, primero su prestigio de club buen pagador, y después su sitio en categoría nacional, es ahora mismo un mar de dudas. Como dice Mecano en su célebre rumba Una rosa es una rosa: "No puedo vivir sin ella, pero con ella tampoco". Ella es La Solana y sus equipos de fútbol.

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