Aurelio Maroto

         “Frenar los créditos a los Ayuntamientos es una medida dura y demasiado radical que me preocupa”. Nemesio de Lara lo puede decir más alto, pero no más claro. Al presidente de la Diputación Provincial, que fue alcalde de La Solana durante tres legislaturas y conoce la realidad municipal, le asusta un frenazo repentino a la financiación bancaria de los consistorios, entre otras cosas por que “los riñones de un Ayuntamiento de cincuenta mil habitantes no son los mismos que los de uno de quinientos”. Además, muchos presupuestos ya están cerrados y contemplan inversiones en base a líneas de crédito.

         Aunque De Lara entiende que el Gobierno no tiene margen de maniobra para hacer otra cosa si quiere limitar el gasto público, y defiende la medida de Barreda de reducir su gabinete por que “se trata de predicar con el ejemplo”, cree que la financiación municipal no puede pararse en seco. En su opinión, cada caso es distinto y habrá que estudiar uno por uno “por que un Ayuntamiento no se puede cerrar”.

         Su mejor ejemplo es la Diputación de Ciudad Real, que él mismo preside. En enero –dijo- era la única Diputación de España que no debía ni un euro a los bancos. En consecuencia –añadió- “no se puede pedir austeridad en la misma medida a todos”. Fue entonces cuando utilizó la palabra “injusto” si se trata por igual a las administraciones muy endeudadas y a las poco endeudadas. En este sentido, apostó por utilizar criterios objetivos y parámetros en función de cada entidad. Es más, cree que este asunto acabará siendo atenuado y adecuado a la problemática de cada caso.